5. Acercamientos inesperados

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Quedan en silencio mientras ven cómo la gente camina por las calles madrileñas, marcan las doce de la noche pero ninguno tiene sueño. Saben que deberían estar acostados y durmiendo ya que al día siguiente trabajan.

Al parecer a ninguno le importa.

La brisa de la noche los abraza mientras ellos están en aquel banco sentados, sin decir una palabra, pero por primera vez desde que se conocen, con un silencio cómodo. Disfrutando la compañía del otro.

"¿Soy el único que no tiene sueño?"

Martin habla y llama la atención del más alto, quien voltea a mirarlo y niega, él tampoco tiene sueño. No sabe en qué momento dejó de bostezar tanto y de sentirse cansado, porque él también se la había pasado de aquí para allá durante todo el día.

Sin embargo, el cansancio pareció evaporarse.

"Yo tampoco"

"¿Quieres ir a un lugar algo cerca de aquí?"

La mirada curiosa del mayor llama la atención del más pequeño, quien ríe.

"Si no quieres no pasa nada"

"No, no es eso, es que me tomaste por sorpresa, pero sí vamos" Se levanta del banco y lo observa "¿Caminando o en auto?"

"Debe ser en auto, estamos un poquito lejos, serán 15 minutos en auto"

"Vamos, entonces"

Le sonríe y comienzan a caminar hacia el auto, una vez montados en el emprenden camino mientras el chico con bigote le indica hacia donde ir, Juanjo nota hacia donde es, porque ha pasado en algún momento por allí pero no mencionada, al menos parece emocionarle mostrarle aquel lugar y no piensa arrebatarle eso.

El ambiente se hace más ameno cuando la música que pone Martin llena el ambiente, ambos cantando y para sorpresa de ambos, no tienen gustos tan diferentes en cuanto a la música.

Y puede que para otras cosas tampoco.

"Es allí"

Una playa a lo lejos se divisa, y el mayor la observa, expectante porque pensó que era otro sitio, pero sin dudas lo ha dejado sin palabras.

Se nota que es algo solitaria pues es un poco alejado de la ciudad, y por donde Martin le ha indicado queda un poco más lejos, tienen que hacer determinados caminos para llegar a ella.

"Wow, es preciosa"

"¿A qué si?"

La voz emocionada de Martin le da ternura al mayor, y se pregunta por qué demoro tanto en no darle una oportunidad al pequeño para poder conocerlo.

"Ven vamos, a esta hora es mucho mejor, no hay nadie claramente pero el sentarse a mirar como las olas chocan y después se desarman es super bonito"

El primero en bajar es Martin quien camina delante de Juanjo quien termina de poner la alarma al auto, guarda la llave en su chaqueta y camina observando como Martin voltea y lo espera.

"Caminas lento"

"Vas prácticamente corriendo, Martin" Ríe "Se nota que te gusta este sitio"

Bajan unas pequeñas escaleras y se descalzan a petición del menor, y una vez que se sientan en la arena, a pesar de que Juanjo piense de cómo demonios va a limpiar ese traje de arena y, bueno, su auto, pero en ese momento es lo que menos parece importarle.

"Aquí vengo cuando necesito estar solo" Martin suspira "Y te vas a preguntar por qué te traje aquí, creo que a ti también te gustaria"

Juanjo lo observa en silencio y luego de unos segundos Martin procede a volver hablar.

Avant GardeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora