Capítulo 3 : Desarrollo del embrión

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Saco del horno la carne con vino tinto junto con las verduras asadas. Todo huele tan delicioso que se me hace agua la boca.
Tomo un sorbo de mi copa reserva malbec de una cosecha de hace 4 años.
Tocan el timbre y veo la hora.
Es demasiado temprano, si me dijo que su esposa se iba a las 21:30hs y tiene que hacer tiempo por las dudas. Apago el horno y vuelvo a depositar la bandeja adentro.
Mientras se cocinaba todo aproveché para bañarme rapidísimo.
Tengo puesto un vestido negro con escote corazón que resaltan mis senos, muy entallado a la cintura hasta arriba de la rodilla. Llevo unos zapatos de taco porque  esta es una cena formal.
He puesto un par de velas aromáticas en la mesa para crear algo de ambiente y las luces tenues iluminan cálidamente.
Me dirijo hacia la puerta y me detengo en el espejo de tres metros que ocupa toda una pared. Me he maquillado los pómulos con un poco de rubor, un poco de rímel y un rosa viejo en los labios de textura mate.
Sonrío y abro la puerta.

Yo sólo quería devolverte la blusa,
pero mejor te digo sin vueltas:
¿me querés adoptar?

Luca me mira con esa profundidad de verde como si tuviera una visión de rayos x. Comienza desde la cabeza a los pies, escudriñándome en cada detalle de mi cuerpo que siento que se me va a caer el vestido. Su mirada pasa a mi escote y dibuja una amplia sonrisa.

Esperaba a alguien más
por eso estoy así...

Lamentablemente me molesta no ser esa persona . ¿Puedo pasar?
Sólo va a ser un minuto te prometo.

Me alejo de la puerta y le hago una señal para que entre. No debería hacer esto, pero me flaquean las piernas. Cómo es que puede hacerme poner tan nerviosa?

¿Has tenido cuidado con la prenda?

Sonríe como si se riera de un mal chiste.

La he tocado con tanta suavidad
como si fuera una persona...

¿A ver?
¿Se le salió la mancha ?

¡Por supuesto! Tuve que ver un tik tok para hacerlo y luego la dejé que se secara en la sombra.
Abre la bolsa y saca muy emocionado la tela de seda. Me muestra la zona que había sido afectada y coloco la mano para  comprobar que todo está ok. Él me entrega la camisa y roza mis manos, una corriente eléctrica llega hacia mis pies y trago saliva.

¿Qué le dijiste a tu empleada doméstica?

Se llama Amalia . Le dije la verdad,
que eras mi nuevo vecino

No quise causarte problemas.
Sólo quería desparramarte más la crema
para que actúe alrededor de la herida también.

Tengo la edad suficiente
como para saber cómo colocarme una crema

Nunca dije que no pudieras, quería hacerlo. Aún tenés rojo.
¿Me convidas un vaso de agua por favor?
Es que se me ha secado la boca un poco cuando te he visto...

Sonrío, agarro la prenda y la bolsa para depositarla en el mueble del living. Mientras me alejo noto su mirada como imán hacía una zona particular de mi cuerpo. Escucho que se sienta en el sillón. Parece que es bastante extrovertido con los espacios ajenos, o que se siente cómodo en mi casa. Un leve cosquilleo en mis piernas se instala desde la planta de mis pies hacia arriba, el efecto del vino ha comenzado su trabajo. Agarro un vaso y sirvo agua.

¿Tenés pareja?

Me acerco para entregarle el vaso y sonrío ante su pregunta. Llevo la copa de vino en otra mano. Él observa cada detalle de mi piel, vuelvo a sentir ese calor intenso, así que me concentro en cada respiración para calmar mis pulsaciones. Le entrego el agua y me siento en el sillón de enfrente, su mirada se dirige hacia mis piernas hasta que las cruzo, luego sube sus espesas pestañas hacia mi rostro pasando antes por mis labios. Trago saliva.

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