¿Está bien?
Me vuelve a decir esa voz... cuando finalmente puedo aterrizar a la realidad, dirijo mi mirada en él. Su rostro se nota tenso por la preocupación, sus ojos verdes resaltan con el día soleado, sus espesas pestañas me miran de arriba hacia abajo pero se concentran en mi pecho. Sus labios carnosos se encuentran sellados con fuerza. Su cabello rubio como el trigo y despeinado como si recién se levantara. Su torso desnudo y empapado de sudor con gotas que caen de su pecho marcado a su ombligo y un poco más abajo. Lleva un pantalón deportivo que cuelga de sus caderas de una manera inmoral, pero lo que me llama la atención es la sensación que me provoca, mi pulso está agitado no sólamente por el susto del pelotazo, es su presencia.
Llevo la mirada hacia mi pecho.¡No, no no! Mi camisa
La camisa no importa,
¿usted se quemó?Sacudo la prenda que se encuentra adherida al cuerpo, ¡por Dios! tiene razón, el ardor se instala en mi piel.
Perdón,
es que estaba practicando con mi hermana
y...no he medido mi fuerza.Abro la puerta de entrada con violencia y él me sigue.
Está bien ya está,
puedo solaTiene que ponerse algo en la quemadura,
yo tengo una crema en mi casa.Se va corriendo como si me estuviera ardiendo viva, me saco rápidamente la camisa e inspecciono mi pecho. Se ve rojo, sólo espero que no me quede la marca, mi piel está muy sensible a medida que pasa el tiempo, como si se afinara. El pulso no me ha mermado, y otro tipo de calor empieza a invadir mi cuerpo. ¡Mierda! ¿Serán los efectos de la menopausia? Me dirijo al grifo a colocarme agua fría, ¿dónde estará Amanda? Quizás se encuentre en el piso de arriba probándose mis perfumes. Siento una mano firme que se apoya en mi hombro. Me giro rápidamente y esos ojos verdes me observan detenidamente plantando una sonrisa en esos labios llenos de vida. ¿Acaso esto le divierte? Lo empujo para mantener la distancia y me doy cuenta que no es una buena decisión. Su mirada baja hacia mis pechos.
Me tapo con los brazos.Se ve mal esa quemadura
Saca de su bolsillo una pequeña crema y me mira pícaramente.
Extiendo uno de mis brazos intentando agarrarla, él roza mi mano al depositarla. Una corriente eléctrica se instala en mi pecho y más abajo. ¡Dios mío algo está muy mal conmigo! ¡Es la menopausia! ¡Es la menopausia!¿Podrías voltear por lo menos hasta
que me ponga la crema
y luego otra camisa?
¿No te enseñaron modales tus padres?Mis padres están muy ocupados en sus cosas,
así que yo aprendo solo.
Si no fuera respetuoso no habría corrido a buscarle esa crema
para que no quede marca en su hermosa piel.
Por cierto, soy Luca, su nuevo vecino. ¿Puedo tutearte?Mientras me coloco la crema con sumo cuidado escucho que se sienta en el sofá.
Soy Florencia
y ya me viste en corpiño
así que sí podes tutearme.
Y...¿cómo es que tenés esta crema?Lo miro de costado para saber lo que hace, se ha levantado del sofá y mira en detalles el departamento. Parece inquieto... y ¿por qué mierda no se ha puesto una remera?
Gracias a uno de los cursos
de cocina que he tomado¿Estudias para chef?
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Milf
Genç KurguFlor es una mujer sexy de 40 años, abogada de profesión, materialmente estable, que vive con el dolor permanente de haber perdido a su hijo hace más de 10 años. Su constante deseo de maternar y la imposibilidad biológica de gestar un bebé le impid...