Capítulo 8: Si Dios lo dijo, Dios lo hace

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Perdón,
perdón la demora,
se me hizo tarde.

¿Te pasa algo?
Nunca sos impuntual.

Estamos en el parque de niños, es una rutina que tenemos algunos días de la semana para charlar, aprovecho el break del almuerzo. Ella retira a su hijo León del jardín y se vienen acá un rato hasta que se le acaba un poco la energía y luego se va a la oficina de su iglesia para trabajar allí.

 
Estuve con...mucho trabajo,
por el caso de Angy, ya sabés
la pobre está desesperada.
¿Te acordás que te
conté sobre ella?
Quiere la custodia
de su hijo Ian de 5 años.
Estamos peleando por eso.

Ahh recuerdo...

¿Dónde está
mi sobrino hermoso?

Por allá en la calesita, ¿lo ves?
Pero no lo llames,
quiero descansar por el momento.

¿Qué pasó ahora?
¿Te hace renegar mucho?

Y...está muy pegote a mí,
ni siquiera puedo ir al baño,
me espera detrás de la puerta
porque lo he retado para que no entre,
sino estaría sentado al lado de la tabla.
Te juro.

Me río de su comentario, ojalá experimentara esa sensación.  Cuando me enteré que estaba embarazada pensaba en la crianza y en que lo iba a tener todas las noches durmiendo conmigo sin importar lo que el padre me dijera.
Sé que no es recomendable que esté tanto tiempo con la madre, pero yo nunca tuve miedo de que se acercara demasiado a mí,
sino todo lo contrario.
Lo que verdaderamente temía era que algún día se alejara de mí, ese temor me acompañó siempre desde el primer día que supe que lo iba a tener, no sé si esa fue una consecuencia de su fallecimiento.
No quiero pensar en eso.
Hoy me agarra con otra madurez, pienso de otra forma, no tengo miedo, pero tampoco lo tengo a Ethan.

Si hubiera sabido cómo se iban a desencadenar los hechos... hubiera hecho todo lo posible por perder ese temor.
En la iglesia de Catty, predican mucho sobre el temor. Y hacen hincapié en que el peor enemigo que podemos tener es ese sentimiento porque nos arrebata lo que deseamos.
Hasta el día de hoy me pregunto si ese no ha sido mi más grande error .

¿Estás bien?
¿Estás como agitada?

¿Qué carajo ha sido esa pregunta? Ni siquiera sé cómo contestar. Debería contarle todo, es mi mejor amiga, nunca le oculto nada pero hace mucho que no sentía esta vergüenza.
Lo peor es que dentro mío no me arrepiento de nada de lo que he hecho, tal vez lo volvería a hacer. Eso es muy probable.

Estoy bien,
sólo que tengo
muchos pensamientos
sobre Ethan,
demasiados.

Es normal,
siempre va a ser tu hijo.

Lo sé,
pero no debería hacerme ilusiones
con lo que no pasó,
o...imaginar cosas que
me hubiera gustado hacer con él.

¿Te referís a lo que me insinuaste
con tu vecino?
Me dejó un poco preocupada tu llamada
te aviso.

Perdón


No me pidas perdón,
sabes que siempre voy a estar
cuando necesites.

Lo sé,
por eso te amo tanto...

¡León!
¡Bájate de ahí!

Su grito  surge de la nada misma, es increíble que posea una voz tan dulce y se transforme en esto, me sobresalto.

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