꒰ Love Grows ꒱ 𖦹๋࣭⭑ ♡ Lynn Loud Jr¡!

⋆˚ 𝜗 01- Clumsy fall 𝜚˚⋆

-La llorona se acercó a los niños que se encontraban en el medio de la nada y...-Issabella hizo una pausa dramática, observando con una gran sonrisa a los pequeños, quienes la miraban con los ojos bien abiertos y llenos de expectación.

- ¡Se los comió!

Los niños comenzaron a gritar y a correr por toda la casa. En un intento de alcanzar al más pequeño, Issabella cayó al suelo, golpeándose el rostro contra un cojín que había allí. "Vaya suerte," pensó.

- ¡Niños, era broma! -gritó, tratando de alcanzarlos, algo que parecía imposible.

- ¡Nos va a comer la llorona! -chilló el más pequeño, haciendo que Issabella se riera tontamente.

Mientras los niños corrían por toda la casa, el celular de Issabella sonaba desde la cocina. Miró la gran televisión que estaba en la sala y la encendió, poniendo un capítulo de Bob Esponja, la serie favorita de los niños... y de ella también.

- ¡¡Bob!! -gritó Jake, el mayor de los tres.

El niño saltó al sofá grisáceo, se sentó mirando la pantalla con una sonrisa, y los dos menores lo siguieron. Issabella soltó un suspiro de alivio mientras los observaba, hasta que recordó que su celular seguía sonando desenfrenadamente.

Corrió hacia la cocina para tomar el teléfono que había dejado cargando al lado del refrigerador, pero al llegar se dio cuenta de que no estaba en el lugar donde lo había dejado. Comenzó a buscarlo desesperadamente por toda la cocina. "Podría jurar que lo dejé cargando aquí," pensó. Se agachó para buscarlo debajo de la mesada y lo vio, estaba entre el refrigerador y la estufa.

Se maldijo por lo bajo e intentó sacarlo, pero era imposible; el espacio que quedaba era muy pequeño.

- ¿Issabella?

Al escuchar la voz de Jake, se levantó rápidamente, golpeándose la cabeza con lo que sobresalía de la mesada.

- ¡Ay, la conciencia del mono! -Gritó, sobándose el lugar afectado-. ¿Qué necesitas, Jake? -se levantó y se sacudió el polvo de las rodillas.

- ¿Necesitas ayuda con eso? -preguntó, señalando el celular. Issabella hizo una expresión de súplica, y el niño rió. Se puso de cuclillas e intentó sacar el móvil, luego la miró con panico-. ¡Issabella, la leche!

Issabella abrió los ojos como platos y miró hacia la estufa; había olvidado que había puesto a hervir leche. Peor aún, la había echado en una jarra de metal pequeña, y ya se estaba derramando.

- ¡Mierda, mierda, mierda! -maldijo, tomando unos trapos y apagando la ornalla-. ¿Crees que si tu madre se entera de esto, me despida? -preguntó con una sonrisa nerviosa mientras limpiaba la leche derramada.

- Sin pensarlo dos veces -respondió Jake, levantándose y extendiéndole el celular. Luego soltó un suspiro y aclaró su garganta-. Pero tranquila, no diré nada, lo juro.

Una sonrisa se formó en el rostro de Issabella y se acercó felizmente para abrazarlo.

- ¡Eres el mejor, Jake! -exclamó, dejando besos en su cabeza.

- ¡Yaa, apártate, loca! -se quejó él, empujándola suavemente y limpiándose la mejilla-. Agradece que estoy de buen humor, chica.

- Tienes siete, no setenta. Deja de tratarme como si yo fuera la niña. Grosero -dijo ella, sacándole la lengua, mientras él suspiraba y se llevaba la mano a la cien.

- Iré a ver Bob Esponja, y contesta esos mensajes. Esa tal Loreen está enloqueciendo.

Issabella frunció el ceño y lo miró fingiendo molestia.