Itadori Yuji es un nuevo estudiante en la Academia Jujutsu Kaisen que buscando tener nuevos amigos conoce a Fushiguro megumi, al momento de conocerse Yuji se propone lograr ser cercano a ese chico.
Fushiguro Megumi solo es alguien que quiere llevar...
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Estoy nervioso. Nervioso por llegar de nuevo a Japón, no me emociona mucho, aunque viví toda mi infancia ahí, los pocos recuerdos que me quedan no son muy buenos.
Me gustaría seguir en México, en dónde viví toda mi adolescencia, pasaré a la universidad y le propuse a mi hermano mayor quedarme aquí para mis estudios, pero se negó, dice que es muy peligroso estar tan separados, que no me podra cuidar o ver como estoy si estamos tan lejos.
Es un poco mucho sobreprotector.
Pero basta, esto puede ser un nuevo comienzo, trataré de hacer nuevos amigos, salir más, nuevos hobbies y retomar varias cosas, estoy listo para ir.
—Hermanito ¿ya terminaste tus maletas? Tenemos que ir al aeropuerto ya— dijo mi hermano apareciendo recargado en la puerta de mi habitación.
—Sigo pensando que podríamos quedarnos en México, no quiero separarme de todo lo que hemos construido, además aquí están tus amigos y los míos— dije mirando directamente a sus ojos con un puchero exagerado sabiendo que es su debilidad.
—Creeme a mi también me da un poco de miedo volver a Japón, pero verás que después de estar unos días allá te acostumbras—.
—Eso espero, aún así, ¿me comprarás la patineta que te pedí?—aproveche a mencionar.
—Si me prometes no volver a hacer un berrinche de aquí hasta que lleguemos a Japón te compraré cinco—
Lo mire ilusionado. —Ese nuevo trabajo tuyo fue una bendición— Sonreí para cargar la maleta e ir corriendo al taxi que nos esperaba abajo con todo.
Llegamos al aeropuerto, repleto de gente, y después de horas interminables de espera por fin pudimos subir al avión.
—Duerme un poco, el viaje es largo y el horario cambiará, debes de acostumbrarte—Escuche decir a mi hermano mientras soltaba sus dos coletas para dormir también.
—Bien, dulces sueños— Y caí en un sueño profundo.
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Me levanté, estire el cuerpo y fui al baño para hacer lo de siempre.
Mientras me cepillaba los dientes escuché mi puerta ser abierta abruptamente.
