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Comienzo.
Hazel continúo haciéndose cargo de lo que ahora era su trabajo, sería Rey regente en dos meses más, por que su padre no mejoraba en lo absoluto. No lo había visitado, pero no era necesario, además de no tener el tiempo de hacerlo no le llamaba la atención...
Asmyl se había ido ya de la capital, dejando a su sobrino con toda la responsabilidad otra vez.
Se terminó acostumbrado a tener que tomar decisiones de gran importancia todos los días, a rechazar y aceptar peticiones. Se comprometió totalmente a encargarse de ser buen soberano, hacía las cosas correctamente. Le gustaba creer en la idea de que en algún momento podría llegar a ser un Rey honorable y respetado.
Se sentía bien, apesar de estar bastante ocupado casi siempre, era agradable poder por fin resolver las cosas que veía que Laurid nunca respondía, le hacía feliz el cambiar algunas cosas y de ese modo ayudar a las personas.
No debería de tener ningún problema....
Le iba muy bien.
Cuidaba de si mismo y de los demás, cumplía con sus deberes y era ordenado.
Pudo realizar mejor el trabajo de su padre sin ninguna complicación importante.
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Su preocupación no tenía que ver con esto.
Había algo que le molestaba:
En un buen día se propuso a hablarle al general Soleil, ya que este se quedaba un tiempo en el palacio, pero al acercarse para saludarlo el general le ignoro por completo, en ningún momento le miro ni hablo. Esto con bastante dolor lo termino olvidando, para en otra ocasión intentar de nuevo, está vez Soleil dió un saludo extremadamente frío, Hazel insistió en iniciar una conversación pero el se fue sin decirle nada. Ese día se dió cuenta de que no era normal ese cambio de actitud, se enfado por que supuso que Laurid le dijo a Soleil que lo ignorara, era lo único que podía explicar eso. Se enojo bastante... No era justo, había realizado un excelente trabajo en nombre de su padre... No pelearía con Su majestad, no ganaría nada, pero no dejaría pasar algo como ésto. ......
Tan solo siguió como si no hubiera pasado nada. En un futuro podría pasar más tiempo con Soleil.
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Siguió encontrándose con el, en reuniones, y juntas de consejo, con bastante esfuerzo tuvo que mantenerse distante también, por que sabía que el no le hablaría al menos que fuese algo necesario.
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Pasaron cuatro meses, todo había seguido con normalidad. Para entonces ya era considerado Rey regente, esto solo era una forma de llamarlo, realmente no le daba menos a más poder, eso era lo que le mostraban los hechos, pero ya más de una ocasión recibió propuestas de parte de Reyes que querían esposar a sus hijas con "El nuevo Rey de Ulviye" .... Eso era molesto, pero lo ignoró al igual que cientos de cosas más.
Por lo único que se estaba preocupando en este momento era su trabajo.
En el mes de Julio vió bastantes veces a Soleil en el palacio, pero no le hablo, se mantuvo distante en todo momento.
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Habían pasado ya 100 días desde que Laurid comenzó a quedarse en cama.
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Hazel decidió hablar con su padre después de siete meses sin verlo. Pidió una audiencia, y el 23 de Agosto fue el día en el que se dirigió a los aposentos del Rey.
Paso entre los guardias y sirvientes después de haber hablado con un par de doctores, asta llegar a las puertas que fueron abiertas por dos criados, paso a la habitación, camino hacía su derecha acercándose a la cama donde estaba su padre, quería hacer un saludo pero fue Laurid el que hablo primero;
-" No quiero escuchar nada de trabajo, por favor."
Dijo de la misma forma distante, con la que la mayoría del tiempo hablaba.
