¡Quién diría que los más fuertes, hombres egocéntricos, hombres que fueron criticados toda su vida, hombres que hicieron cosas imperdonables, hombres que son considerados héroes, hombres lo dan todo por sus metas, serían rebajados a tal nivel!
Unos...
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DIA 1:¿Quienes son? ¿Donde estamos? ¿Qué hacemos? ___________________________________________
Ya había pasado muchas más horas y era de noche. Ella los alimentó con su comida casera, que básicamente era arroz. (No esperaba encontrar gatitos, asique no tiene comida para gatos). Todavía no sabía bien qué pueden y no comer los gatos, pero sabía cosas básicas, como que no pueden comer chocolate ni dulces, comida de perros-obvio- y carnes/pescado/huevo crudo. Así que les dio arroz y un poco de pollo, comida que ella se preparó para sí misma y de paso les dio a sus nuevas "mascotas".
- que bueno que no tuve que pensar en nombres realmente, sería todo un laburo para mi!
- Me imagino... - hablo un gato gris oscuro, estaba siendo acariciado por la chica mientras ella leía un libro de ajedrez, al parecer.
- Sos muy lindo, sabias Shikamaru?
- Que fastidio... - murmuró avergonzado, descubrio -cosa que no fue dificil- que ella suele llamar a todos así, palabras que cualquier mujer le diría a una mascota, suponía.
Amor... Bebe... mi vida... hermoso... Cariño...
Eran palabras que cualquiera puede ser utilizada en otro tipo de contexto realmente. Esas palabras se reservaban para... parejas. No le gustaba a donde lo llevaban sus pensamientos, asique trato de llevarlos a otra parte.
Era demasiado para el, y no solo para el. Pero bueno, tratando de llevar su mente a otra cosa que no sean esos pensamientos (los anteriores) "dedujo" tres cuestiones.
1. Lo Increíblemente cómodo que se encontraba en los brazos de la chica -lo cual le preocupaba mucho-
2. Las caricias qué le daba la misma chica! -es demasiado relajante-
Y 3. Porque la chica estaba leyendo un libro AL REVÉS?!
- (esta chica en serio es rara...) - pensó el gatito.
Pero bueno pasemos a otro lado.
En otra parte, otro grupo de gatos estaba en la cocina, sobre la mesada y, bueno... por toda la cocina en sí. Al parecer, a ella no le molestaba que se subieran a esta, y lo descubrieron enseguida por la mañana-tarde, cuando ella fue a tomar su merienda y a servirles un poco del pollo y arroz qué quedo del almuerzo de la mañana.
Ahora, volviendo con estos gatos, parecían debatir sobre un asunto bastante serio. Sus colas se movían de aquí para allá y el ambiente no era el más amigable, estar rodeado de gente desconocida y tus enemigos no era lo mejor realmente.
Pero obviamente, tenían que charlar.
Estaban bajo un mismo techo y todos compartían el mismo problema: ahora eran gatos, atrapados en un mundo que no reconocían del todo. Mientras algunos intentaban mantener la calma, otros ya se mostraban más inquietos por la situación.
