Dad [Nikki Sixx]

Capitulo 5. Monstruo.

Narra Nikki

Soy la peor persona del mundo, soy un monstruo.

¿Cómo pude golpear a mi propia hija? ¿Quién en su sano juicio haría algo así? Carajo, soy una mierda de padre, si lana no me quería ahora menos lo hara.

Después de que lana se hubiera encerrado en su habitación yo subí lentamente y recargue mi oreja en su puerta. Estaba llorando.

¿Ahora como haría para disculparme?.... No podía decirle a Tommy de esto, el me mataría.  Solté un gran suspiro y fui hasta mi habitación, tenía que pensar en como lograr que me perdone.

(...)

El despertador sonó, eran las seis de la mañana y yo no había podido dormir en toda la noche. Seguía pensando en lo que había pasado la noche anterior, además de que lana seguía llorando hasta que se quedó dormida por las tres de la mañana.

Ahora sí la había cagado y en grande.

—Lana, lana, lana.....

Frustrado lleve mis manos a mi rostro, tenía que decidir en si ir a la reunión con los chicos para la próxima gira o si quedarme a rogarle a lana para que me perdone.

Narra Lana

Un rayo de luz hizo que despertara. La cabeza me dolía por tanto llorar, incluso más que la abofetada que me dio Nikki.

No quería salir de la cama, tampoco de mi habitación.... Se que Nikki no estaría aquí, lo escuché irse, seguramente a una junta con todos para su próxima gira. Que gracioso, apenas llegaron y se van de nuevo... Tampoco es como si me importará o me afectará.

—¿Por qué?....

Le pregunte al póster que tenía en mi pared de la banda de mi padre. No, no lo había puesto ahí yo... Quizás fue Nikki o Tommy, no lo sé.

¿Qué porque no lo había quitado?  Uuugjm.... No tenía tiempo, supongo. Además, solo yo lo veía.

—Maldito....

Rodé entre mi cama, aún decaída, preguntándome, ¿Algún día Nikki me va querer? ¿Algún día yo lo voy a querer? ¿Lograremos arreglar toda la mierda? Esperaba.... No lo sé, ¿Quiéro que funcione?.

     Después de horas  de seguir en la cama tome la desición de levantarme. Tenía hambre así que, no tenía de otra... Tendría que bajar, aunque eso signifique recorrer la casa más solitaria del mundo.

—Oh, hola querida.

Saludé a la perra de mi padre. No de forma insultante, literalmente era una perra.

—¿Por qué te ves feliz hoy? Si tú amo se fue a la mierda como siempre, ¿Acaso ya no le quieres?

Comentaba burlona hasta que...

—Decidi no salir hoy.

Mierda.

¿Qué hacía Nikki aquí? Si yo había escuchado cuando se fue, ¿Cómo es posible que este aquí? AAAAGH... Me escucho, carajo, no quería verlo y .... Mierda ..

—...... Pues que bien por ti— Actúe como si nada hubiera pasado y me servi con naturalidad unos cereales con leche. — ¿Acaso una zorra se te cruzó en el camino y decidiste quedarte con ella?... Oh, espera, ¿Acaso está aquí?.