Te amo 1/?

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N= Shadow hacía todo lo posible por equilibrar su tiempo entre el trabajo y su vida personal. Por un lado, tenía su responsabilidad con las misiones, y por el otro, estaban Sonic y el bebé, quienes se habían convertido en su mayor prioridad. Sin embargo, la frustración lo embargaba, ya que no podía estar presente en las consultas médicas. En lugar de eso, tenía que conformarse con recibir noticias por llamada, lo cual lo hacía sentir impotente.

En el cuarto mes, aunque los mareos de Sonic eran más comunes, lo que se esperaba en un embarazo, los dolores de cabeza habían disminuido, lo que traía algo de alivio a Shadow. Aun así, los resultados de los cardiogramas mostraban que la presión sanguínea del cobalto estaba ligeramente elevada, algo que preocupaba al azabache. A pesar de ello, trataba de mantener la calma y apoyar a Sonic de todas las maneras posibles, con la esperanza de que todo saliera bien para ambos.

Ya era el quinto mes, y la barriga del cobalto se notaba con facilidad. Sonic estaba encantado, fascinado por todo lo que estaba experimentando. Era una sensación indescriptible, algo que lo hacía sentir más vivo y extasiado de lo que jamás había imaginado. Aunque el bebé aún no daba patadas, podía sentir cómo se movía dentro de él, un pequeño indicio de vida que lo llenaba de emoción. Cada vez que asistía a sus consultas con Rouge, describía estas sensaciones con una sonrisa radiante.

Justamente regresaba de una de esas consultas, feliz porque pronto podría ver al bebé en un ultrasonido. Rouge ya le había realizado algunos, pero Sonic prefería apartar la mirada. Quería esperar hasta que el bebé estuviera completamente formado antes de verlo por primera vez. A la murciélago le resultaba curioso, pero respetaba la decisión del cobalto, quien siempre parecía emocionado por cada revisión. Día a día, esperaba con ansias que Rouge le diera la noticia de que ya podía ver a su bebé. Y en el fondo, Sonic deseaba que, cuando llegara ese momento, Shadow estuviera a su lado.

S- *cerró la puerta con llave y se dirigió a la sala. al final, se dejó caer en el sofá, relajando su cuerpo mientras sentía cómo el cansancio lo invadía por completo* uff, sí que es complicado, no lo crees?... *murmuró, mirando su vientre con una sonrisa suave, con cuidado, comenzó a acariciar en círculos sintiendo tranquilidad y unas ligeras cosquillas* ya quiero que estés aquí, con nosotros, fm*... tu papá, Shadow, es increíble... es un erizo digno de respeto y admiración... aunque no sea tu verdadero padre, sé que será el mejor para ti, te lo aseguro *hablaba con una ligera emoción, dejando que el sueño lo envolviera lentamente, hasta quedarse dormido*

-tiempo después-

SH- ahg*!, malditos, ojalá me dieran mejores misiones y no su mugroso papeleo... shg*, pero al fin en casa... *al entrar en la casa cierra la puerta y con ambas manos talla su cara tratando de sacar la frustración* sonic...? *observa la sala y nota las púas azules sobre salir del sofá, causando una risa por parte del azabache* fmfm, hermoso, te vas a latinar la espalda si sigues aquí, vamos peque *hablo con un tono suave y tranquilo para no despertar al cobalto*

N= Shadow tomó a Sonic con cuidado y lo llevó a su habitación, asegurándose de no despertarlo ni lastimarlo. Lo recostó suavemente, lo arropó y, antes de retirarse, le dio un delicado beso en los labios. Estaba exhausto por el papeleo que G.U.N le brindaba, ansiaba poder tener misiones de nuevo, pero debía conformarse con esto si quería tener tranquilo a Sonic. Debido al cansancio decidió tomar una ducha rápida para relajarse.

Al salir del baño, vistió ropa cómoda y se dirigió a la cocina para preparar la cena. Sonic debía seguir un horario de alimentación estricto para cuidar del bebé y evitar cualquier complicación. Sin embargo, antes de comenzar, Shadow se permitió un instante para observar a su pareja. Cada vez que lo veía dormir, sentía que era un momento especial. Amaba esos breves periodos de paz en los que podía cuidar de Sonic, ya sea con pequeños gestos como prepararle el desayuno o dejándole flores como una sorpresa amorosa.

Amor Genocida del odio al amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora