Antes que nada T2

10 1 0
                                    

El día previo a la misión de Shadow finalmente había llegado. Al despertar, la pareja se saludó como de costumbre, compartiendo un breve momento de tranquilidad matutina. Sin perder tiempo, Shadow comenzó a preparar su maleta con precisión meticulosa. La misión no sería demasiado larga, apenas lo necesario para infiltrarse en la base enemiga y obtener unos documentos específicos. Todo estaba planeado al detalle, y con la impecable disciplina que siempre caracterizaba al azabache, el éxito parecía asegurado.

Mientras Shadow organizaba su equipo, Sonic permanecía en la habitación, observándolo en silencio. No había mucho que pudiera hacer para ayudar, pero eso no le impidió quedarse allí, inmerso en sus pensamientos. Antes de salir, el cobalto se detuvo en la puerta y, con una mirada curiosa y algo divertida, dejó que sus ojos se posaran en su pareja.

Hoy era uno de esos días en los que Sonic no podía evitar "adorar" la vista frente a él. Shadow, mientras se vestía y ajustaba su chaqueta, mostraba esa mezcla perfecta de elegancia y fuerza que tanto le fascinaba al cobalto. Aunque no dijo nada, su expresión lo delataba: una sonrisa suave y el brillo en sus ojos eran más que suficientes para reflejar lo que pensaba.

Por su parte, Shadow, concentrado en su tarea, apenas notó la atención que recibía. O tal vez sí, pero prefirió no comentarlo. Con la seguridad que lo caracterizaba, se aseguraba de que todo estuviera en su lugar, listo para lo que el día le deparara.

-el cobalto se acercó al azabache y lo detuvo recibiendo una mirada confundida por parte de su pareja- fmfm*

-Pasa algo? –cuestiono el azabache con una sonrisa maliciosa al ver las intenciones de su pareja-

-No, es solo que quería verte mejor~ -pronuncio mientras acariciaba el pelaje blanco del azabache- te vez encantador~ -pronuncio en un ligero suspiro mientras abrazaba a su pareja-

-Que es lo que planeas? –cuestiono entre unas ligeras risas mientras abrazaba al cobalto-

-planeo abrazar y probablemente besar a mi esposo -rodeo el cuello del azabache con sus brazos y lo acerco para así quedar a nada de formar un beso-

-el azabache miro por unos momentos los labios de su pareja y sin más corto la poca distancia que quedaba entre ambos con un beso- sí que eres encantador en las mañanas

-el cobalto soltó unas pequeñas risas ante el comentario de su pareja- soy un encanto cualquier tipo de día y hora

-Ya tengo que irme –pronuncio mientras besaba la mejilla del cobalto- debo ir por mi nuevo uniforme y cuando regrese te tendré una sorpresa

-Qué clase de sorpresa? –cuestiono ligeramente emocionado-

-Ya lo veras cuando regreses tú de tu trabajo –junto su frente con la del cobalto y salió de la habitación-

Sonic lo observó por un momento, completamente absorto en su esposo. Esposo... A veces, la palabra parecía demasiado irreal para ser cierta. Nunca habría imaginado que Shadow y él llegarían a este punto, pero la vida tenía formas extrañas e inciertas de sorprender. Una pequeña sonrisa se dibujó en el rostro del cobalto mientras se apoyaba en el marco de la puerta, permitiéndose disfrutar de ese instante antes de que Shadow tuviera que partir.

El azabache salió de casa con su característico porte sereno y decidido, montándose en su moto con movimientos fluidos. Encendió el motor y, con un rugido contenido, arrancó con cuidado en dirección a la agencia de GUN. El edificio, un coloso de múltiples pisos y laberínticos pasillos, era un desafío incluso para los agentes más veteranos. Con tantas habitaciones y rutas enredadas, perderse era casi inevitable. Pero Shadow, como siempre, demostraba ser una excepción.

Amor Genocida del odio al amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora