𝐈. 𝐏𝐫𝐢𝐦𝐞𝐫𝐨𝐬 𝐀𝐜𝐢𝐞𝐫𝐭𝐨𝐬

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La luz del sol comenzaba a filtrarse por las rendijas de las cortinas en la habitación de Pond Naravit, marcando el inicio de otro día idéntico al anterior. Sabía que no era un mal chico; de hecho, era respetuoso, disciplinado y mantenía siempre buenas calificaciones. En lo académico y deportivo, destacaba. Siempre cumplía con sus responsabilidades y nunca causaba problemas. Luego, claro, estaba su apariencia. Él sabía que era apuesto, no podía negarlo, porque el género no discriminaba a los ojos que lo veían. Tanto chicos como chicas lo observaban con interés, aunque él era completamente indiferente a esas miradas. Todo eso le daba igual.

- Si no te apresuras, llegaremos tarde - exclamó Joong desde el otro lado de la puerta, interrumpiendo sus pensamientos.

Pond suspiró con molestia, apenas pudiendo reunir la energía para contestar. Sabía que su amigo tenía razón, pero el simple hecho de pensar en salir y enfrentarse al día lo abrumaba.

- Maldita sea - murmuró entre dientes, forzándose a levantarse de la cama. Ya voy - gritó Pond, tratando de sonar más animado de lo que se sentía.

Se vistió sin mucha prisa, con movimientos mecánicos, y echó un último vistazo por la ventana. Los nuevos vecinos que se habían mudado el día anterior seguían acomodando sus cosas. Entre el caos de cajas y muebles vio al un chico  de cabello oscuro salir de la casa y se detuvo. Pond sintió que su corazón se aceleraba al notar la mirada cálida de su nuevo vecino que lo había desconcertado la primera vez. Phuwin, si había escuchado bien. Tenía algo en su mirada que lo había dejado con un extraño cosquilleo en el estómago, algo que no pudo explicarse. 

- Wow, que lindo - pensó Pond, antes de alejarse rápidamente de la ventana. Aunque pronto, el ruido y la risa constante de su familia lo hicieron fruncir el ceño.

Qué ruidosos... - pensó,  saliendó de su casa, encontrándose con Joong, que lo esperaba en su auto, como todas las mañanas.Estás hecho un desastre - comentó Joong con una sonrisa burlona mientras arrancaba el auto.

Pond simplemente lo miró de reojo. El hábito de Joong de intentar animarlo no era nuevo. Joong era todo lo que Pond no era: popular, extrovertido, y lleno de amigos. Pero a pesar de sus diferencias, habían sido inseparables desde el jardín de niños. A veces, Pond se preguntaba por qué seguían siendo amigos, pero luego recordaba que Joong era la única persona que lo entendía sin hacer demasiadas preguntas.

El trayecto hacia la preparatoria fue silencioso, con la radio del auto llenando el vacío entre ellos. Llegaron justo a tiempo, como de costumbre, y mientras caminaban hacia las aulas, Joong soltó un comentario casual.

- Ah, Dunk me mencionó  que conoció al nuevo chico en su clase, Phuwin, ¿lo viste ayer? Dijo que era tu nuevo vecino.

Pond asintió, pero no dijo nada. ¿Cómo podría ignorar a Phuwin si lo había visto desde su ventana el día anterior? Pero no tenía intención de hablar más del tema, y menos con Joong. No necesitaba que su único amigo empezara a hacer conjeturas.

Las clases transcurrieron sin mayor novedad. Como siempre, Pond se sumergió en su rutina, apartándose del resto de sus compañeros. Su teléfono vibró un par de veces durante la mañana, pero no prestó atención hasta que finalizó el primer bloque de clases. Era Joong, avisándole que el entrenamiento de baloncesto comenzaba una hora antes.

- Genial, más sudor y cansancio - pensó con sarcasmo, mientras apagaba el teléfono y se dirigía hacia el gimnasio.

Después del entrenamiento, mientras ambos amigos salían agotados de la cancha, vio a Dunk, el novio de Joong, esperándolos a la salida del gimnasio. Sonreía de oreja a oreja mientras se acercaba y se lanzaba a los brazos de su novio, sin pensarlo dos veces, besó castamente a Joong en los labios.Pond, que había presenciado esta escena muchas veces antes, no pudo evitar hacer una mueca exagerada.

Amor Desierto - PondPhuwinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora