Sweet alpha (7)

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Al día siguiente ambas llegaban tomadas de la mano al instituto, varios Alfas miraron con recelo la escena, ¿Por qué la Alfa Omega iba de la mano con la pequeña y tierna Im Nayeon?

Previamente cuando ambas llegaron de su cita, los padres de Nayeon felicitaron a la reciente pareja, les desearon lo mejor para ambas y obviamente, Jaebeom amenazó lo suficiente a la Alfa joven para que nada le pasara a su cachorra.

Volviendo al instituto, la Alfa y la Omega iban caminando hacia sus casilleros, obviamente seguían tomadas de la mano. Y claro, no faltaron las críticas de las demás personas, ¿Esa Alfa que parecía una Omega tenía algo con la Omega más codiciada entre los Alfas?

¿Por qué la Omega tenía una marca?, ¿Acaso algún Alfa ya había marcado su territorio?, esas eran las preguntas constantes que se escuchaban por dónde iba la pareja.

—Hey, ustedes.—Llamó la atención una Alfa, acercándose a la pareja.

—Oh, hola Jeongyeon, ¿Se te ofrece algo?—Dijo Tzuyu con una sonrisa.

—Solo quería preguntar, ¿Quién ya marcó a mi Omega?, Para enseñarle a que con el territorio Yoo no se juega.—Dijo Jeongyeon apretando sus puños y mirando a ambas.

Jeongyeon obviamente no sospecharía de Tzuyu, aquella Alfa color rosa le daba aires de ser una Alfa pasiva, qué equivocada estaba.

Tzuyu notó que su Omega empezaba a preocuparse, puso a Nayeon detrás de ella y empezó a gruñir, nadie se iba a meter con su Omega nunca más.

—¿Per-perdón?—Dijo la Omega sintiéndose intimidada.

—¿Y tú qué, Alfa Omega?, ¿Estás protegiendo a tu amiguita?—Dijo la otra Alfa en forma de burla.

—Para tu información, “mi amiguita” realmente es mi Omega, así que te pido amablemente que no vuelvas a hacer un comentario así al respecto.—Dijo Chou liberando feromonas para tranquilizar a la Omega.

—¿Tú y mi dulce Nayeon?, ¡Ja!, Una Alfa como tú lo único que atrae serían otros Alfas, eres tan pasiva que se te nota.—Dijo empujando a Tzuyu.

—Para tu información, no soy ninguna pasiva así como dices, soy una Alfa, y respeto a los Alfas que decidieron llevar su vida junto a otro de su mismo subsexo, pero no soy de esos. Ya tengo planeado mi futuro con Nayeon y vamos a tener cachorros.—Dijo Tzuyu viendo molesta a Jeongyeon.

—¿Pero quién los va a tener, tú o Nayeon?—Dijo Jeongyeon aún viendo a Chou con burla.

—Obviamente mi dulce Omega, pero a todo esto, ¿A ti qué te importa, Yoo Jeongyeon?—Dijo Tzuyu viendo más y más molesta a la otra Alfa.

—Me importa demasiado, ¿Sabes qué pasa cuando te metes con la Omega de la cual estoy enamorada?—Dijo la Alfa apretando sus puños.

—Mira Jeongyeon, te pido amablemente que dejes de decir que Nayeon es de tu propiedad, de hecho, Nayeon no es un objeto, ella es libre de elegir con quién quiere estar.—Tzuyu abrazó a Nayeon en señal de protección

—Maldita sea Chou Tzuyu, nadie se va a creer que Nayeon es tu Omega.—Jeongyeon estalló en risa, la pareja le generaba gracia

Tzuyu siempre fue muy pacífica, pero si odiaba algo era que en este preciso momento alguien se estuviera metiendo en su relación con su Omega.

Chou tomó del cuello a Jeongyeon y le dejó en claro las cosas.

—Mira maldita imbécil, quiero que te quede claro que a mi Omega y a mí nadie nos va a molestar, ¿Te quedó claro o tengo que apretar más tu cuello?—Tzuyu literalmente levantó a Jeongyeon quien solo asintió con miedo, luego de que Chou la dejara caer se levantó y se fue corriendo de ahí

Tanto la Alfa como la Omega quedaron impresionadas, ¿De dónde habrá sacado tanta fuerza Tzuyu?

...

Tzuyu y Nayeon habían organizado una cena familiar, esta vez era la unión de dos familias. La familia Chou y la familia Im.

Mientras los Alfas de ambas familias platicában en la sala, los Omegas de ambos Alfas estaban preparando la comida, ambos Omegas habían insistido a Tzuyu y a Nayeon que no cocinaran ellas, que disfrutaran de estar juntas y que ellos se encargarían de hacer la cena.

A la joven pareja no les quedó más de otra que aceptar la petición de sus padres Omegas, así que ellas simplemente subieron a la habitación de Nayeon.

Si algo amaba Tzuyu aparte de Nayeon, era el cuarto de la Omega, paredes pintadas de tonos rosados pastel, pósters, peluches y figuritas de acción por doquier. Era una habitación perfecta.

Ambas se habían recostado en la cama, Tzuyu primero y encima de ella, su pequeña Omega oliendo el aroma que la Alfa desprendía en ese momento.

—¿Amas tanto mi aroma, amor?—La Alfa acarició la cabellera de Nayeon

—Sí Tzu, es el mejor aroma de todos, lo amo tanto que quiero oler este aroma todos los días.—Dijo la Omega oliendo el aroma de su mujer, pasaba su naricita por todo el pecho de la Alfa

—Y yo amo que estés encima de mí, pequeña, amo que yo te guste.— Dijo la Alfa acercándose como pudo a la cabecita de la Omega, plantando un besito en esta

Nayeon solo se aferró más a aquella Alfa, una Alfa que se había vuelto demasiado importante para ella y para toda su vida.

Ambas siempre hacían lo posible para demostrar cuánto amor tenían para dar, y eso hacían.

Ambas llenaban el día de la otra con demasiado amor y muchos mimos, incluso sus mismos padres ya estaban muy cansados de ver todos esos dulces y empalagosos momentos entre la Alfa y la Omega.

Pero no podían hacer nada, ambas se amaban demasiado y no quieran que ellas dejarán de demostrar su amor.

Sweet alpha // Natzu [Adaptación]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora