Sweet alpha // Natzu [Adaptación]

Sweet alpha (9)

—¿Puedo hacerlo, pequeña?—Preguntó la Alfa mientras acariciaba lentamente el vientre de la Omega.

—Claro que puedes cariño, soy tu Omega y tú eres mi pareja.—Nayeon acarició la mejilla de la contraria.

Tzuyu solo sonrió y comenzó a besar lentamente el abdomen de la Omega, ambas ya desnudas y listas para procrear a su primer cachorro.

A la hora de hacer el amor, Tzuyu siempre le preguntaba a la Omega si estaba segura de querer hacerlo.

Nayeon amaba ese pequeño detalle de ella, no era dominante como otros Alfas, cuando el Alfa quería follar, el Omega siempre tenía que ceder.

Tzuyu no era así, siempre era caballerosa y preguntaba si estaba dispuesta, Nayeon algunas veces cedía como otras veces no. De hecho, la Alfa no se molestaba o se incomodaba si Nayeon le decía que no.

Chou siempre respetaría las decisiones de su Omega, así tuviera que aguantar bastantes ganas.

Ella era una Alfa muy educada, no como el resto de Alfas descerebrados que solo piensan en sexo y en marcar al Omega y ya. Y muy pocos como ella respetaban a su pareja, pues eran eso, una unión en la que debía haber respeto por ambas partes.

Después de haber dado más besitos en el vientre a Nayeon, Tzuyu fue bajando más y más, besó el centro de Nayeon y luego bajó hasta la entrada de la Omega.

—Mi amor, ¿Me permites probar tu tentadora esencia?—Dijo la Alfa viendo el lubricante natural de la Omega escurrir por su entrada y muslos internos.

—Claro Alfa, hazme tuya como tantas veces anteriormente.—La Omega abrió más sus piernas, permitiéndole una mejor vista a su pareja.

Tzuyu solamente sonrió y se acercó a la entrada de la Omega, roja y necesitada de la atención de la Alfa.

Chou se acercó lo suficiente para empezar a degustar el delicioso sabor del lubricante de la Omega.

Era totalmente delicioso, el lubricante de un Omega era todo un manjar para un Alfa, y en este caso, el dulce lubricante de Nayeon era un manjar para Tzuyu.

Nayeon por su parte, gemía al compás cuando sentía la lengua suave y húmeda de Tzuyu rozar su entrada.

Tal vez por naturaleza Nayeon ya estaba húmeda, pero Chou amaba preparar a su Omega, y esta amaba que su Alfa la preparara así no lo necesitara.

—Tzu-Tzuyu~—Gimió la Omega al sentir a su Alfa pasar más y más rápido su lengua por su entrada.

La antes mencionada se separó para poder ver a su Omega, y Nayeon tuvo la escena más erótica cuando vio a su Alfa.

Tzuyu ya con los cabellos revueltos, su larga cabellera desordenada era lo más erótico y hermoso para la Omega.

Sus labios teniendo una pequeña conexión de saliva y lubricante, lo más caliente para la mente de la Omega.

La Alfa sonrojada y recuperando el aire perdido al estar tanto tiempo pegada a la dulce entrada de su Omega.

Todo era sumamente perfecto, ambas se iban a entregar al amor y a la pasión, iban a hacer al cachorro más hermoso y lleno de amor.

...

—Ch-Che-Chewy~—Gemía la Omega cuando sintió el cosquilleo en su entrepierna.

—C-cariño~ l-lo voy a ha-cer~—Dijo Tzuyu sintiendo su climax también cerca.

—Ha-Hazlo c-ariño… Anudame.—Dijo la Omega al sentir como su Alfa iba disminuyendo sus embestidas.

Tzuyu sudaba por la energía que utilizaba, ya era hora de hacer lo que Nayeon le había estado pidiendo durante toda la sesión de sexo.

Ya era hora de hacer el nudo y lanzar todos sus espermas dentro de la Omega, ambas ya estaban listas para eso.

—Ah~—Gimió Nayeon al disparar todos sus fluidos sobre el miembro de su Alfa.

—Eres muy linda, bebé~ es mi turno ahora.—Dijo Tzuyu sentando nuevamente a Nayeon sobre su polla.

La Alfa dio otras pequeñas estocadas, y luego, su glande comenzó a hincharse, indicando que su nudo se estaba formando.

Nayeon soltó un chillido al sentir la punta de la polla de su Alfa hincharse en su interior, luego de eso, venía la parte que ambas amaban.

Tzuyu comenzó a soltar grandes chorros de esperma dentro de la Omega, mientras que esta aún soltaba lubricante en el pene de la Alfa.

Ambas se sentían completas, se consumieron en el acto sexual y ya era hora de tener su primer hijo, la primera alegría de la casa.

Nayeon esperaba pacientemente aún sentada sobre la hombría de la Alfa esperando a que el nudo bajara, aunque claro, su lubricante aún seguía chorreando.

«¿Debería preguntar si Nay quiere otra ronda?» Pensó la Alfa viendo a su Omega aún sentada sobre ella.

Tzuyu no quería que su Omega se sintiera presionada, pero de verdad quería otra ronda, por alguna extraña razón las hormonas en su cuerpo estaban totalmente alteradas. Como un cachorro en la pubertad.

—Y-Yeonie…—Llamó Chou la atención de la Omega, esta de inmediato bajó su vista a la Alfa sonrojada.

—¿D-dime corazón?—Dijo Nayeon aún sentada en el regazo de Tzuyu, el nudo aún no bajaba.

—Bueno… T-tú sabes que n-no me gusta presionarte. P-pero por alguna extraña razón yo… Ammmm… Yo…—Los nervios se habían apoderado del cuerpo de la Alfa.

Tzuyu podría tener veinticuatro años, era una Alfa adulta técnicamente, pero sus actitudes eran de una jóven Alfa enamorada de su primer Omega.

Nayeon sabía lo que quería su Alfa, lo olía en el aire y en el sonrojo y puchero de la Alfa, sabía que quería una segunda ronda.

Aunque sus contactos sexuales no hayan sido muchos durante sus años juntas, Nayeon era muy resistente aunque no lo aparentara. Perfectamente estaba hecha a las medidas de Tzuyu.

—Ya sé lo que quieres, cariño.—Nayeon sonrió y acaricio la mejilla de la Alfa.

Si algo amaba, era a su Alfa sonrojada y actuando como una cachorra enamorada.

—¿E-en serio?—Dijo Tzuyu más roja de lo que estaba antes.

—Sí Alfa, y estaría muy bien hacerlo una segunda vez.—Nayeon se acercó a la Alfa.

Y ambas nuevamente aprisionaron sus labios con los de la otra, formando un beso que al principio era tierno y hermoso. Y luego lleno nuevamente de lujuria y pasión.

Otra ronda de emergencia no estaría nada mal después de todo.