Silent War: Kazuya-kun no Revenge

Prólogo:

"¡Lo siento Kazu-kun! Me gusta alguien más."

Una sonrisa angelical apreció en su rostro mientras decía estás cortantes palabras con sus manos juntas.

Con esas palabras y esa expresión mi exnovia, Nanami Mami, me terminó.

"Solo duramos un mes…"

Murmuré en la penumbra de mi habitación mientras devoraba el tazón de ramen frente a mí.

Cuando estábamos juntos me esforcé por ser más cercanos, pero… nada funcionó. A sus ojos no debo ser diferente de un virgen desesperado.

Revisando en redes sociales pude notar que me bloqueó.

Me dejé caer en la cama mientras sentía un pequeño tirón en el pecho. Este no era un sentimiento nuevo para mí, pero era el más intenso al día de hoy.

Ella era como el sol para mí.

Su cabello rubio iluminaba mis días.

"Yo en verdad la quería…"

Las lágrimas bajaron por mi rostro mientras revisaba mi galería borrando todas nuestras fotografías juntos.

"¿Qué se supone que haga ahora?"

Mi voz se perdió en el vacío de aquella habitación.

Estaba perdido en mis pensamientos mirando el techo. Poco a poco la angustia y la ira fueron ocupando todo mi ser.

¿Por qué?

¿Por qué me pasaban esas cosas?

"Ella me abandonó debido a que no soy suficiente."

Me puse de pie. Sentía que la cama se estaba tragando mi ser. Un pensamiento brilló en mi mente.

"Entonces, si me convierto en alguien inalcanzable para ella, ¿No sería mi oportunidad de rechazarla?"

Intenté hacer una sonrisa maliciosa. Aunque estoy seguro que con las lágrimas y mocos en mi rostro me veía horrible.

Pero, eso no era importante.

Había encontrado una nueva resolución.

"Si ella va arruinar mi felicidad, entonces, yo haré lo mismo."

Murmuré caminando hasta detenerme frente al espejo del baño.

Me negaba a caer en la desesperación que implicaba el abandono.

Me negaba a permitir que ella fuera feliz a costa de mi sufrimiento.

"Lo juro, aquí y ahora mataré al viejo Kazuya Kinoshita…"

Golpeé el espejo con todas mis fuerzas.

El sonido de cristal roto entró en mis oídos. En el espejo, la imágen distorsionada de mi rostro me devolvió la mirada.

Mirando mi puño cubierto de sangre hice una mueca. El dolor que estaba sintiendo era inmenso. Pero no era comparable al dolor que había en mi pecho.

"Esta marca… nunca desaparecerá. Será aquella que me recuerde cada día mi objetivo."

Abrí el lavamanos y metí mi mano en el agua. Sentí como la frialdad de esta mojaba mi herida. Dolía como el infierno, aún así, apreté los dientes y lavé la herida.

Al terminar, envolví mi mano en una venda.

"Es hora…"

Murmuré mirando mi apartamento el cual estaba hecho un desastre. Arremangado mis mangas comencé a organizar.

Al terminar de organizar todo miré hacia un lado dónde había una maleta con todas mis cosas.

Tomando la maleta abandoné el edificio de apartamentos.

"Perdón por no despedirme abuela, papá, mamá y amigos. No quiero perder la determinación que logré reunir."

Murmuré mirando mi teléfono.

"Debo apresurarme. El tren saldrá en una hora."

*****

Kazuya estaba de pie en la parada de autobús.

"Ya estoy aquí."

Caminando durante unos minutos entre caminos y colinas encontré el lugar que buscaba.

Una lápida de piedra con el nombre de Kensei Kinoshita yacía inerte frente a mí.

"Abuelo, ha pasado tiempo."

Uniendo mis manos recé por su alma.

"Nuevamente necesitaré de ti."

Sonreí tristemente recordando la última vez que lo vi.

Después de unos minutos arregla do la tumba del abuelo caminé hasta detenerme en mi destino.

Frente a mí está vez se extendía una vieja cabaña de madera.

"Un año. En un año me convertiré en el hombre que hará a Nanami Mami sufrir el dolor de ser rechazada."

Murmuré mirando mi mano vendada con rostro serio.

"Esto será el primer paso en mi camino de venganza."

Físico, conocimiento, destreza, oratoria, comunicación y más. Una vez domine estas bases, encarar al enemigo (Mami) será tan simple como salir de paseo.