Una joven llamada Malia lucha por expresar sus sentimientos y emociones en un mundo que le ha enseñado a callar. A medida que explora su pasado y su presente, Malia descubre la importancia de hablar sobre lo que nos pasa y encontrar su voz.
Malia recordaba su infancia, llena de momentos dolorosos y silenciosos.
-Mamá, ¿Por qué papá se fue? -pregunto Malia cuando era pequeña.
-No preguntes, Malia. Es mejor que no sepas- respondió su madre, con una mirada severa.
Malia se sintió herida y confundida.
-Pero yo quiero saber- insistió Malia- ¿Fue algo que hice?
Su madre suspiro y se sentó en el sofá.
-No fue nada que hicieras, Malia. Simplemente, no estaba listo para ser padre- dijo, con voz fría.
Malia sintió un golpe en el estómago.
- ¿Y por qué no me quiere? -preguntó, con voz temblorosa.
Su madre se levantó del sofá, camino hacia la puerta y dio una media vuelta.
-Tu padre te abandono porque no te quería, sos insignificante, Malia-dijo su madre, con crueldad.
Malia se sintió vacía y sin dolor.
Años después, Malia recordaba esa conversación con dolor y rabia.
"El dolor de la infancia es el semillero de la adultez" pensó Malia, mientras las lagrimas caían por su rostro. La herida de la infancia seguía abierta, seguía sangrando.
Malia se preguntaba si alguna vez podría sanar. Pero entonces recordó una conversación con su abuelo.
-Malia, tú tienes una voz- le dijo el- Solo necesitas encontrarla.
Su abuelo siempre había sido un refugio para ella.
-¿Una voz? ¿Como la encuentro, abuelo? - pregunto Malia.
-Buscando dentro de ti- respondió el -. Y no te rindas.
Malia sintió un destello de esperanza.
-Tal vez- pensó-, tal vez sea hora de encontrar mi voz.
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¡LECTORES VALIENTES! MALIA SE ADENTRA EN SU INFANCIA, LLENA DE SECRETOS Y SILENCIOS. ¿QUÉ CREEN QUE DESCUBRA DE SU PASADO? ¿CÓMO SANARA LA HERIDA QUE NUNCA CERRÓ? ¿QUE VERDAD SE ESCONDE DETRÁS DE LA MIRADA DE SU MADRE? ¿QUÉ CREEN QUE SUCEDERÁ EN EL PRÓXIMO CAPÍTULO?
COMPARTAN SUS PENSAMIENTOS Y TEORIAS EN LOS COMENTARIOS.
SIGAN LA HISTORIA. ¡NO SE PIERDAN EL PROXIMO CAPÍTULO!
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