016

342 37 1
                                    


Bianca.

El sonido del timbre hace que me sobresalté, me levanté del tan comodo sillón para abrir la puerta.

-Traje medialunas. - sonreí y me hice a un lado para que Jabes pueda entrar.

Cerré la puerta y mire al colorado con una sonrisa. Me dirigí a la cocina para calentar el agua, cambié la yerba y el agua una vez lista volví al living donde estaba Jabes sentado en el sillón mientras veía el celular.

Me senté a su lado y le entregué el termo para el cebe.

-Estas muy linda vos, lastima la camiseta, una con mi dorsal te quedaría más linda. - hice una mueca de asco.

Narrador.

Algunos chicos del plantel millonario entran a la casa de los hermanos Díaz, la mirada de algunos se centra en el colorado y la morocha, Bianca recostaba su cabeza en el hombro del bostero, ambos viendo el celular del chico. Franco mira a su amigo quien tenía una expresión seria.

Bianca saluda a sus amigos con la mano, Jabes los saludo también con el mismo gesto de la chica. Enzo le da un cortó abrazo a su hermanita.

El colorado y la morocha se dirigen a la habitación de ella. Ambos se veían viendo hace un par de semanas, el iba a su casa, ella a la de el o se veían en cualquier lugar.

Ambos chicos se quedaron en la habitación de la joven, por parte de los jugadores millonarios estaban tomando cerveza y jugando al truco. Agustín seguía con su cara de pocos amigos pero la disimulaba.

Jabes poco rato después se tuvo que ir, ya que, iba a una juntada de los jugadores del xeneize.

El calor llego a la gran ciudad de Buenos Aires, los futbolistas estaban en el patio disfrutando de unos tragos fríos.

Enzo, junto a Gattoni y Pirez se habían ido a comprar, hoy era noche de asado en la casa de los Díaz.

Agustín va hacia el interior de la casa, excusó que iría al baño. El subía las escaleras, camina hasta la habitación de la chica.

Ella salía de su habitación, al levantar la mirada se encuentra con el que caminaba hacia ella. El la toma de la cintura y ambos entran a la habitación.

El une sus labios, el beso era brusco. No son nada pero el no puede evitar sentirse celoso.

–¿A que se debe? – pregunta la chica sobre sus labios.

–¿No te puedo besar o ya me cambiaste? – pregunta irónicamente.

–Jamas.– ella vuelve a unir sus labios.

Ambos se ven obligados a separarse para buscar el aire. El deja un pico en los labios de la chica y se va de la habitación, Bianca queda con una sonrisa boba.

Ella se ve en el espejo, el pelo se le estaba ondulado, es raro porque ella siempre tuvo el pelo lacio.

Bianca abandona su habitación y baja a la cocina, su hermano la ve con una ceja levantada.

–¿A quien te comiste? – pregunta al verla con la boca hinchada.

–A nadie, metido. – el mira mal a su hermana.

Ella se sirve un vaso de jugo y se va al patio atrás de su hermano, se sienta a la orilla de la pileta. No veía la hora de que haga calor y poder estar metida ahí por horas.

00:00 pm

Enzo junto algunos de sus amigos habían salido, Bianca se quedó en su casa, ella invitó a Agustín, el tampoco tenía ganas de salir.

Ambos se encontraban viendo Rápidos y Furiosos, Bianca estaba recostada en el pecho de el, Agustín dejaba caricias en la espalda de la chica.

6:40 am

Bianca abre los ojos de Bianca se abre lentamente al escuchar a los amigos de su hermano en el living, al parecer el after sería en su casa. Los brazos de el la rodea por la cintura, ella puede notar que solo tiene su ropa interior al igual que el.

Conecta con el mundo y agarra el celular,  ve la hora y simplemente tenía ganas de pegarse un tiro. Sigo boludendo en el celular hasta que el se remueve en la cama, hoy ella tendría gym, como gran parte de la semana.

Así que decide ponerse la remera que tenía puesta y dirigirse al Placard para ver qué se podría para entrenar. Se ducho y al salir de la habitación ya cambiada y peinada, se encontró con Agustín vestido y acostado.

–Buen día. – sonríe cálidamente.

–Buen día, linda. – la chica se sonroja levemente.

Ella se acerca a la mesita de luz para buscar sus auriculares.

–¿Te vas? – pregunta y ella asiente. El toma la mano de ella y la acerca a la cama haciendo que se siente. – sos hermosa.

La joven muerde su labio inferior y deja un corto beso en los labios del futbolista. Ella agarra su celular y baja al living.

–Buen día. – saluda en general.

Los chicos la saludan al mismo tiempo, ella camina a la cocina y se dispone a hacerce el desayuno. Después de desayunar va a su baño y se cepilla los dientes, Agustín seguía acostado en la cama y ella se despide de el con un beso.

Llena su botella de agua y como agarra las llaves del auto de Enzo, el acepta y Bianca se va de su casa, sube al auto y comienza a manejar al gimnasio.

Se encuentra con su amiga, ya que ambas tienen el mismo horario, el mismo entrenador y los mismos días.

–Se ve que te atendieron bien anoche, amiga. – Candela se ríe burlona, Bianca la vé confundida.

–¿Eh? – su amiga con su dedo señala los chupones que tenía en el cuello y uno en el escote.  Bianca abre su boca sorprendida, no se había percatado. – hijo de puta.

–¡Adivino! – Bianca mira a su amiga. – un futbolista, alto... Morocho, con linda sonrisa y juega de nueve, gallina y su nombre inicia por la A. – Bianca abre levemente sus ojos.

–Hija de puta. – su amiga ríe. – ¿como supiste?

–Ay es porque yo sé todo. –  Bianca rueda sus ojos divertida. – ¿Cuántos round?

Bianca frunce levemente las cejas. – dos.. tres, no sé. No me acuerdo.

–Encima hoy toca piernas, ya de por sí caminas medio con las piernas tambaleando, con los ejercicios de hoy... – Candela ríe y su amiga la mira mal.

–Callate. – su amiga ríe un poco más fuerte.

Ambas entran el gimnasio, saludan y van hacia donde está su entrenador.

Agustín sale de la habitación de Bianca, al bajar la mirada burlona del Diablito y Mastantuono se centra en el. El resto ni se había percatado.

–¿Por lo menos se fue bien atendida? – pregunta burlón Claudio.

–Cerra el orto. – sus amigos se ríen.

–Ese chupon en el escote fue la respuesta. – Claudio y Agustín ven a Franco. – ¿Qué?

–¿Por qué viste hacia ahí? – pregunta Claudio. – Eso ya tiene dueño. – mira de reojo al morocho, Franco y Claudio se ríe.

–Nah, ustedes si siguen así no la ponen más.

–Eh chino, no tires las personales. – los tres amigos se ríen ante el comentario de Claudio.

Aunque, en parte Claudio tenía razón. Desde esa noche, ella le pertenecía a el y el a ella, esa noche todo cambio entre ellos dos.











Holaa pedazo de fachas, les dejo este cap y me voy a fingir demencia.

Disculpen si hay errores.

Disfrutemos de la felicidad, por ahora.

Con mucho amor, Nahiara 🎀

Frenesí | Agustín Ruberto Donde viven las historias. Descúbrelo ahora