— ¡Señorita! ¡Señorita! — Las voces de los periodistas dejaban aturdidos a los transeúntes que pasaban por esa parte del Paddock —¿Qué tiene para decir? ¿Usted sabía de esto?Cuando decidió presentarse a las prácticas libres para apoyar a su hermano, se imaginó que esto podría pasar, después de todo era la notica del momento; sin embargo, nunca se le pasó por la cabeza que ni siquiera le dejarían caminar por la insistencia.
— Por favor, una declaración, señorita. — Los flashes la estaban segando, no entendía porqué los usaban si era pleno día.
Fastidiada y divertida por partes iguales, decidió, tras meditarlo por unos segundos, hacer lo que le pedían.
Victoria nunca fue una persona de redes sociales, de exponer su vida frente a miles de personas, mucho menos, ventilar secretos frente a cámara. Jos siempre les había dicho que no se metieran en escándalos, era una regla irrompible.
Irónico, teniendo en cuenta cuantas veces su padre había aparecido en encabezadas de diarios, quiénes criticaban las insensateces que salían de su boca.
Su hermano rompió esa regla hace muy poco, de una forma hermosa, algo que hizo revolucionar al deporte y sus vidas.
Siempre había una primera vez para todo.
¿Qué daño podía hacer?
Ninguno.
Decidida, dejó de intentar avanzar. Se paró, firme, en medio de la acera y permitió que los micrófonos se acercaran a su boca.
— ¿Qué es lo que quieren saber?
Y con eso, se desató el caos.
Las preguntas se sobreponían las unas a otras, y para captar su atención, los periodistas alzaban mucho más sus voces.
— ¿Desde cuándo sabía de la relación de su hermano y Sergio Pérez?¿Ya estaba enterada? — Una joven de traje morado, más cerca a ella, logró hacerse escuchar de entre los gritos.
— ¿Saber? Lo intuí desde el principio. — Contestó divertida — Max nunca fue alguien que pudiera ocultar lo que siente, sus ojos lo traicionan.
— ¿Cuando dice "desde el principio" a qué se refiere? — Está vez fue un hombre, el más alto de ellos, quién preguntó.
Una buena hermana, avergüenza a sus hermanos, ¿cierto?
Con esta se iba a cobrar todas las que alguna vez Max le había hecho.
— Desde que Max entró a la categoría. — Se río mientras contaba. — Siempre me hablaba de un tal piloto mexicano. Que él hizo esto o aquello. Que tenía mucho talento y se vestía bien. Conozco a mi hermano, sabía que había algo allí.
— ¿Estamos hablando de cuando tenía diecisiete años? — Victoria no pudo distinguir de dónde vino la voz, pero igualmente respondió.
— Si, desde que piso un pie en la Fórmula 1.— Suspiró recordando esos tiempos. — Los dos éramos sólo niños en ese entonces, tenía una idea de los sentimientos de Max, pero aún no sabía ponerle un nombre; creo que ninguno de los dos.
Las preguntas siguieron, una tras otra, pero ella ya había terminado de dar sus declaraciones. ¿Querían que dijera algo sobre el tema? Pues, eso era todo lo que iba a decir por el momento.
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¡Pero no me quemes!
Fiksi PenggemarMax y Checo hacen pública su relación. Los medios quieren tener la exclusiva en sus portadas.