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Diseñando el destino.
Agosto, 2023.
- Es una oportunidad increíble Gab, ¡no puedes dejarla escapar! -comentó Sonia, una de sus mejores amigas.
Gabriela, o Gab, como todos la llamaban, suspiró mientras dejaba los bocetos sobre la mesa de su estudio. Miró a su amiga con una mezcla de duda y agotamiento. Llevaba días dándole vueltas a la propuesta.
- Sé que es una muy buena idea -respondió finalmente-. Me daría promoción y ganaría muchísimo prestigio en el mundo de la moda, pero... tengo que pensarlo bien.
Sonia se cruzó de brazos y ladeó la cabeza, como si no entendiera por qué Gab estaba tan reticente.
- ¿Pensarlo bien? ¿Qué hay que pensar? -preguntó, agitando las manos como si fuera evidente-. Es el Real Madrid, Gab. Uno de los clubes más grandes del mundo. Tus diseños no solo estarían arrasando en las pasarelas sino que también estarían vistiendo a los mejores futbolistas del mundo.
- Lo sé, lo sé -dijo levantándose de la silla-. Es una oportunidad increíble. Y sé lo que significaría para mi carrera. Pero... -Su voz se apagó, como si las palabras fueran más difíciles de pronunciar de lo que quería admitir.
Sonia se acercó, cruzando los brazos frente a ella y mirándola con ese gesto que decía: Ya sé por dónde va esto.
- Pero... ¿Nacho, verdad?
Gabriela cerró los ojos al escuchar su nombre.
Nacho.
Hacía años que no lo veía, años desde que tomaron caminos diferentes, convencidos de que lo que tenían no sobreviviría a sus sueños y ambiciones. Él quería consagrarse como futbolista de élite. Ella quería convertirse en un icono de la moda. Y, ahora, el destino parecía querer volver a juntar esos caminos que una vez se cruzaron aleatoriamente.
- Han pasado muchos años, Gab. No puedes desperdiciar la oportunidad de tú vida solo por un amor del pasado -insistió Sonia, con esa mezcla de empatía y firmeza que la caracterizaba.
- No es tan fácil, Sonia -replicó Gabriela, caminando nerviosa alrededor del estudio -. No se trata solo de Nacho... Se trata de lo que él significa. Estar cerca de él me va a recordar todo lo que dejamos atrás, y no me siento capaz de enfrentarme a eso.
Sonia observó a su amiga en silencio durante unos segundos. Sabía de primera mano lo que significaba Nacho para ella y también sabía que a pesar de los años y de los hombres que habían pasado por su vida, Nacho seguía teniendo un lugar muy especial en el corazón de Gabriela
- Te entiendo, Gab. Nacho te marcó, pero no puedes dejar pasar esta oportunidad. Es por lo que llevas luchando y trabajando durante toda tu vida.
Gabriela se detuvo frente a la ventana, contemplando las luces de la ciudad que empezaban a encenderse en el horizonte. La propuesta del Real Madrid era mucho más que un simple proyecto de moda, era la culminación de todo por lo que había trabajado durante años. Vestir a los jugadores de uno de los clubes más grandes del mundo, diseñar algo que trascendiera los estadios y las pasarelas. Pero la sombra de Nacho, y todo lo que él significaba, seguía pesando más de lo que quería admitir.
- Es... es difícil Sonia -titubeó -. Es un secreto a voces que no he podido superarlo y verlo sería como revivir el pasado.
Sonia se acercó y le tomó la mano con firmeza.
- Entonces, tal vez sea el momento de cerrar ese capítulo de una vez por todas. Si aún queda algo, lo sabrás. Pero no puedes quedarte con la incertidumbre para siempre porque está claro que no te deja avanzar.
