Dr.Stone (versión realista)

Capitulo 2: Un paso a la vez

Después de que la realidad de la situación comenzara a asentarse, Senku y Taiju se sentaron junto al pequeño refugio que Senku había construido antes de la llegada de su amigo. Un fuego improvisado crepitaba, lanzando sombras sobre sus rostros. La expresión de Taiju era pensativa, mientras Senku mantenía su típica calma imperturbable, observando el cielo y las estrellas que habían permanecido inalteradas durante los miles de años que ellos estuvieron petrificados.

"Entonces, Senku... ¿cuál es el primer paso?", preguntó Taiju, rompiendo el silencio, su voz cargada de una mezcla de expectación y curiosidad.

Senku se giró hacia él, con una sonrisa confiada y los ojos llenos de determinación. "Ya te lo dije, Taiju. Vamos a reconstruir la civilización. Desde la Edad de Piedra hasta la era moderna. Y luego, la superaremos."

La ambición de Senku parecía desmesurada, casi sobrehumana. Pero Taiju, con su habitual energía y optimismo, asintió rápidamente. No era solo el optimismo lo que lo movía, sino la fe absoluta en su amigo. Sabía que si alguien podía lograr lo imposible, era Senku.

"¡Suena genial!", exclamó Taiju. "¿Pero por dónde empezamos? No hay tecnología, ni herramientas… Nada de nada."

"Exacto", dijo Senku, inclinándose hacia adelante, sus ojos brillando con emoción. "Es por eso que empezaremos desde lo más básico. Y lo más básico en cualquier civilización es la **madera**. Vamos a necesitar montones de ella. Para herramientas, para construir más refugios, para hacer fuego, y más adelante, para carbón. Todo lo que hagamos en esta etapa dependerá de cuánta madera podamos reunir."

Taiju asintió con fuerza, decidido. "¡Lo que sea necesario! ¡Voy a talar tantos árboles como sea posible!"

Senku dejó escapar una risa suave. "Relájate, Hulk. No es solo cuestión de fuerza bruta. Tenemos que hacerlo de manera eficiente. Si simplemente cortamos cualquier árbol que veamos, acabaremos con todos los recursos rápidamente. Necesitamos planificar cuánta madera vamos a usar y cómo la vamos a obtener de manera sostenible."

"Ya veo… Entonces, ¿cómo lo hacemos?" preguntó Taiju, inclinándose hacia adelante con el mismo entusiasmo.

Senku señaló el bosque que se extendía más allá del refugio. "Primero, elegimos los árboles correctos. No vamos a talar todos los árboles grandes. Necesitamos preservar algunos para el futuro, así que empezaremos con los que estén enfermos, muertos o que crezcan demasiado juntos. Eso nos permitirá recolectar lo que necesitamos sin destruir el bosque."

Taiju miró el bosque, su expresión cambiando de la simple emoción al respeto por el entorno. "Tiene sentido. Entonces, ¿qué herramientas vamos a usar para cortarlos?"

"Buena pregunta", dijo Senku, sacando un par de herramientas rudimentarias que había fabricado con piedra y cuerda natural. Eran hachas primitivas, claramente toscas, pero funcionales. "Estas hachas de piedra son solo temporales, pero nos servirán hasta que podamos crear herramientas mejores con el tiempo."

Taiju tomó una de las hachas, pesándola en sus manos. No era exactamente la herramienta más eficiente que había visto, pero tenía un propósito. "¡Está bien! ¡Vamos a hacerlo!"

Los dos se levantaron y comenzaron a adentrarse en el bosque. Mientras avanzaban, Senku señalaba los diferentes tipos de árboles, explicando cuáles eran los más útiles para sus propósitos actuales.

"Este árbol de aquí está enfermo", dijo Senku, tocando la corteza. "Su madera aún es buena, pero no vivirá mucho más. Si lo cortamos ahora, evitamos que desperdicie nutrientes en el suelo."

Taiju asintió, y sin dudarlo, comenzó a golpear el árbol con su hacha. Cada golpe resonaba en el aire, y aunque los primeros intentos eran torpes, pronto Taiju encontró el ritmo. Era fuerte y tenía resistencia, y en poco tiempo, el árbol comenzó a inclinarse. Senku observaba, midiendo cada movimiento y asegurándose de que el árbol cayera en la dirección correcta.