Kingdom or Paradise

Prologo

Año 821: Prologo

Valles helados se extienden bajo un cielo gris plomo, con temperaturas que descienden por debajo de cero, mordiendo la piel y erizando los huesos. Capas de nieve blanca, espesas y brillantes, cubren la tierra como un manto helado, mientras una ventisca feroz arremete, oscureciendo el horizonte y limitando la visión a meras sombras. Dos hombres, envueltos en abrigos de piel, marchan a caballo, el crujir de la nieve resonando bajo los cascos de sus monturas. Sus ojos, atentos y vigilantes, escudriñan el paisaje desolado en busca de cualquier indicio de movimiento, listos para enfrentar lo desconocido. Uno de ellos de gran envergadura con una espada en la cintura que se acompaña de unas cuantas dagas y una armadura sutil en su pecho. Este era el joven Viktor Arsenio aspirante a líder del escuadrón de defensa del pueblo Asmir e hijo del Señor de Asmir. A su lado un hombre también joven llamado Davir Sands Oficial en el puesto fronterizo en los límites del Imperio de Kanen.

-Nadie podría vivir en estas tierras.- Exclamó Davir.

- Ningún ser vivo podría sobrevivir en este frío extremo - respondió Arsenio, su voz apenas un susurro entre el aullido del viento. Se cubrió el rostro con la mano, sintiendo cómo el aire helado dificulta su respiración, convirtiendo cada exhalación en una nube de vapor. - ¿Por qué alguien querría escapar aquí? Es como buscar la muerte.

-Con este clima helado de seguro ya debe haber muerto. Volvamos, si ya no vemos nada será peor cuando anochezca.- Sugirió Davir.

-No puedo entenderlo. Por qué desear escapar aquí. Prefiero una muerte al filo del hacha que a lo lento del frío en mis manos.- Dudo Arsenio con la mirada a las heladas crujientes en busca de aquel fugitivo.

A Arsenio y a Davir se les había encomendado la caza de un fugitivo que había huido recientemente a las tierras donde la helada es infinita y el sol rara vez logra derretir el hielo. Mantenerse con vida en aquel sitio era prácticamente imposible; nunca se habían realizado expediciones más allá de lo que el cuerpo podía soportar en esas gélidas temperaturas. Ni siquiera los animales eran avistados en estas tierras. Este lugar se conoce como los Mares de Hielo.

Sin embargo, Viktor es joven y ambicioso en su vida como soldado. Está decidido a buscar al fugitivo en los Mares de Hielo, ansioso por impresionar a los demás con esta audaz historia. Como heredero del actual señor de Asmir, su juventud lo impulsa a buscar un alto prestigio entre sus futuros soldados y compañeros, deseando fervientemente alcanzar la gloria que su linaje le prometía.

Mientras sus caballos avanzan lentamente con el forcejeo del viento y la densa nieve que envuelve el camino se hace pesado. Tanto que los jóvenes deciden bajar de sus caballos y atarlos. El camino no afloja haciendo que Davir dude del camino de vuelta. Con lo fuerte del viento Arsenio siente como una voz la arrastra el viento. Un susurro que lo llama.

-¿Escuchaste eso?- le hablo Viktor a Davir.

-Es el viento, te vuelve loco.- Miro Davir sin darle importancia.- Tranquilo, me perdí un momento pero ya se donde ir.

Los susurros se convierten en más voces con palabras inentendibles que comienzan alertar a Viktor quien mira a su espalda con la duda. ¿Acaso serían personas que han muerto por el frío?¿espíritus? Es lo que Arsenio se preguntaba internamente. ¿Será verdad que el viento lo volvió completamente loco? Las voces se intensifican en su cabeza pero el tono se hace más claro. Arsenio siente que esas voces juzgan a alguien sin escucharlo, aún así no logra entender qué es lo que dicen. Son demasiadas voces al mismo tiempo. Con la duda decide seguir el sonido que se pierde en el viento.

-¡A DÓNDE VAS!?- Grito Davir a Viktor que parece perderse en sus pensamientos, lo que provoca que Davir lo mire con preocupación– Viktor, te estás dejando llevar por el frío y el viento. Mantente concentrado– le advierte, sintiendo que la presión del frio podría estar afectando la mente de su amigo.