Visiones I

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Año desconocido: Visiones I

La única vez que vi a mi madre fue a través de un recuerdo... Primero ella sonreía al tenerme en sus brazos e instantes después lloraba al verme con una expresión que resaltaba su frustración y tristeza. Esto sucede dentro de los refugios del septum mientras ella estaba sola. Hace muy poco  mi madre me había dado a luz en una  tarde, que fue ahi la primera vez que la vi. Puedo ver esto tan claro que es como si estuviese ahí mismo. Puede observarme en los brazos de ella y me es fácil deducir que he heredado sus rasgos más distintivos cada vez que veo me veo en el cristal de la ventana situado justo detrás de ella. Claro, hay cierto detalle, un pequeñísimo detalle que amarga mi mirada. He nacido con unos ojos distintos a los de otras personas, con capacidad de percibir cosas sensibles al ojo humano. Como por ejemplo está corta vision en donde sale mi madre. Cada cierto tiempo la veo. Luego de estar con mi madre en sus brazos alguien me aparta de ella. Es como si se tratase de leer un libro una y otra vez sabiendo lo que pasa después. Al final termina muriendo en la horca con hombres del septum que rezan su muerte.

Mi madre fue diagnosticada por culpa de mi nacimiento como una mujer con accidente impuro al orden de la naturaleza. AGHHH... acaso es mi culpa que ella muriese. Lo último que veo de ella es la soga en su cuello pero ya no logro ver sus ojos.

Así es desde que soy un niño. No es siempre pero cada cierto tiempo la veo, el mismo atardecer, las mismas personas, sus mismos ojos juntos a los míos con su sonrisa y luego sus lágrimas. La misma caminata hacia aquella soga con el mismo final. Muerte.

Si, si siento enojo de saber que ella no era normal y haberme dejado ¿por que? acaso me hechizo. Nunca he visto un evento así de nuevo en toda mi vida. Los del septum dicen que es debido a mi presencia. Solo es un cuento de monjes no tengo que entenderlo.

Al final día tras día, el mismo atardecer, las mismas personas, sus mismos ojos juntos a los míos con su sonrisa y luego sus lágrimas. El mismo atardecer, sus mismos ojos y los míos. Su sonrisa, entiendo por qué lloras. No puedo cambiar nada. Otra vez veo lo mismo. Otra vez, otra vez y otra y otra y otra. No lo entiendo, para qué quiero ver esto. Ahora solo dejo que sucedan y ya. Aun me horroriza verla así.

Solo me dedico a estudiar y hacer lo que me piden los del septum. Pero un día mientras ocurría otra vez la visión me dediqué a hacer lo que siempre hago, ignorarla y leer mi libro en los pasillos. Hoy sentí curiosidad y quise verla a los ojos antes de que muriese. PERO A QUIEN VEÍA YA NO ERA MI MADRE.

Algo cambió esto no tiene sentido en su lugar. Donde ella hay otra persona ¿UNA NIÑA?, con la soga al cuello ¿que sucedió?. Intento acercarme pero cada paso que doy un paso se siente más lejos. Me siento más lejos de ella aun asi intento alcanzarte con mi brazo pero es insuficiente. Lo único que siento de ella es como me mira desde arriba. Sus ojos solo me juzgan.

–Danna ¡Danna! – Le llama una mujer mientras se acerca a la pequeña.

Intento alcanzarla pero todo se va desvaneciendo.

Año 837: Capítulo I

El sol brillaba alto en un día soleado en el pueblo de Asmir, donde el mercado urbano llenaba las calles de vida y color. Frutas y verduras frescas se exhibian junto a artesanías y artículos antiguos, mientras los aromas de los puestos de comida flotaban en el aire. Carretas arrastradas por caballos y mulas, estas últimas más asequibles, transitaban entre la multitud, que buscaba sus propios intereses como por un lado un hombre sin ningún pelo en su cabeza pero con un bigote chistoso conversaba con una mujer regordeta que es la vendedora de la pastelería de la cual recibe un ligero tropiezo de alguien.

–¡Perdón Señorita María! – gritó quién hace un momento la había chocado.

Entre la multitud corre esquivando a las personas una niña con vestido blanco simple de alrededor de unos 10 años con el pelo largo que le llegaba a mitad de su espalda y con varias puntas que contrastaba con lo liso que lo tiene, pues al parecer es como si no se hubiera peinado bien. Y de la frente resaltan dos mechones simétricos que caen suavemente por sobre sus ojos hasta abajo de los laterales de su barbilla. Finalmente ella se detiene casi en seco mirando a su derecha posando sus ojos en una mesa.

Kingdom or ParadiseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora