La ciudad de Asmir

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Año 837: La ciudad de Asmir

El sonar de los campanarios indicando la hora habían dado inicio al correr a la pequeña Danna que había dejado a su madre en el puesto de joyería sin previo aviso. Las calles de Asmir son amplias para que se pueda transitar tranquilamente dos carretas tiradas a caballo en direcciones contrarias. Las casas casi siempre eran de segundo piso además de que solo eran separadas por una pared que contrastaba con las demás casa de su alrededor por el hecho de  no estar a la par  en los techos debido al desnivel del suelo. Pues algunas zonas de Asmir se encontraban en colinas verdes, dando en consecuencia algunas partes más altas creando entre medio una especie de canales amplios que eran donde normalmente se encontraban los caminos por donde se transita habitualmente por la ciudad. El que las colinas lleguen a generar estos caminos parecidos a un canal en formas perpendiculares hace pensar que el querer pasar de una calle a otra por el lomo de la colina se vuelva algo desfavorecido para algunos por no decir todos. Pero el pueblo aprovechó un sistema antiguo que es el  paso de trincheras por que  Asmir es el único sitio que se encuentra en los límites del Reino Lypcio y el Imperio de Kanen siendo esta en sus inicios una ciudad creada para la guerra. Pero eso fue en el pasado por lo que  ahora en el presente estas trincheras ya modificadas dan al tránsito de personas de un lado a otro creando así pasillos que atraviesan entre medio de los pequeños cerros. Son estos Callejones con muros de las casas, largos y estrechos que unen múltiples calles de la ciudad. Aunque la gran mayoría se sellaron por distintas razones,  es normal ver calles bastante angostas que casi solo dan el paso de dos personas a la vez. Pero zonas mas específicas estos callejones se hicieron mucho más grandes para el paso de mayor número de carretas y personas.

Y hablando de callejones al parecer Danna conocía algunos bastante bien. Poniéndose a corretear entre los pasillos en busca de una calles en específico.  Después de pasar por una larga calle giro a la derecha, entro en lo profundo del callejón viéndose que al final de todo este terminaba  con un alto muro siendo este alguno de las trincheras que se sellaron debido tal vez a que eran inestables o alguna construcción llegó a tapar el otro lado. Al parecer Danna se había perdido. Sin embargo la pequeña, ahora ya sin estar corriendo se adentro en al poca luz del callejón estrecho con un paso lento pero bastante decidido. Llegando al fondo donde se encontraba la alta pared. Estrecho sus manos cuidadosamente hacías unas tablas que estaban apoyadas en el muro y con mucho cuidado de no causar ruido las termino por apartar hacia un lateral. Un túnel, en la muralla había un un túnel con la misma altura que Danna. Quien de inmediato  se introdujo agachándose para así atravesarlo mientras que en la entrada de aquel callejón sin que la niña se diese cuenta la había estado observando aquel perro negro que vio en el mercado. Que al perder a Danna de vista en el túnel dio media vuelta yéndose de aquel escondido callejón.

Al llegar a la salido del agujero se encontraban varias cajas apiladas con barriles al costado mientras que en el fondo se mostraba un barandal. El túnel que atravesó Danna  la llevo a un pasillo interior de un segundo piso al parecer inhabitado. La pequeña asoma entre la rejas de la baranda quedando asombrada al ver hacia abajo una zona amplia llena de jóvenes que vestían similares entre ellos y  que peleaban entre ellos con técnicas cuerpo a cuerpo. Algunos otros nos peleaban con sus golpes si no que agitaban espadazos entre ellos, se veía gente descansando, otros conversaban mientras uno que otro simulaban sus combates en cámara lenta dándole un aire bastante competitivo a aquel lugar que tenía pinta de ser donde se instruye entrenamiento militar en Asmir.

– Por aquí no están –  se susurro Danna a sí misma dando media vuelta para seguir el pasillo del edificio.

Danna avanzó rozando la pared para evitar que así fuera vista por los guardias y maestros que vigilaban desde abajo. Por lo pronto llegaría a una parte del segundo piso que no contaba con una baranda sino que dada entrada al edificio que este conectaba con una especie de puente lateral que tenía ventanales por los cuales no pasó abiertamente para evitar ser expuesta. Sigilosamente camina por los los cortos pasillos de aquella fortaleza por la que se había infiltrado Danna. Bajo por unas escaleras  llegando al mismo nivel de los soldados que entrenaban. Pero este no era el mismo que había visto al llegar ya que Danna se había cruzado al otro lado del edificio.

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