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En una mañana soleada,un chico de cabello anaranjado y ojos celestes llegó a su nueva vivienda. No era mucho,era una casa pequeña echa de madera con pequeños adornos. La cocina no era muy grande ni sala tampoco,el cuarto estaba bien de espacio y el baño era pequeño. Pero aún así,con eso le basto.

Un teléfono sonó y el chico de pelo anaranjado lo agarró.

— ¿Diga?¿Quién es?.

— Tú amiga idiota.

— No seas tan grosera... ¿Que necesitas,Alice?

— Quería ver si ya te instalaste en tu nueva casa.

— Sep,es acojedora.

— Ay dios... Solo a ti se te ocurre irte a vivir en una lugar cerca de la playa.

— ¡Tendré cuidado! ¡Lo prometo! Aparte,hay una isla muy famosa la cual quiero visitar...

— Como sea... Solo ten cuidado,nos vemos Mateo.

— ¡Nos vemos! — Colgó la llamada y dejó su teléfono en una mesa — Saldré a comer afuera... No quiero cocinar —.

El joven chico fue a una café que no estaba lejos de su casa,era un café algo famoso al parecer. Se sentó en una mesa en la terraza,la cual tenía unas preciosas vistas hacia el mar. Se puso a mirar la carta mientras escucho como un grupo de personas se sentaban cerca de él. Sintió la necesidad de mirar y los miro de reojo.

Eran dos chicas jóvenes y una mujer,junto a dos chicos jóvenes. Decidió no tomarles importancia ya que bueno,no los concia de nada. La mesera llegó para tomar su orden.

— Soy Carly,¿sabe que va a pedir? — Pregunto la mesara muy amablemente mientras sacaba un cuadernillo para anotar —.

— Solo un batido de mango y unas gambas,por favor.

— Vale,en seguida se lo traigo — La mesera se retiro después de haber tomado la orden —.

Mateo se quedó mirando hacia el mar,notando que desde aquí se podía ver aquella isla. No recordaba bien su nombre,pero le resultaba intrigante. Volvió a mirar discretamente al grupo cerca suya,parecían estar hablando de algo importante. Miro a uno de los jóvenes por un momento y volvió a apartar la mirada hacia el mar.

Poco después llegó lo que pidió y agradeció amablemente. Comenzó a comer tranquilamente mientras tomaba un poco de su zumo. Cuando terminó,pago lo que comió y se fue sin decir nada más. Por alguna razón,se sentía incómodo al estar allí. Decidió ir a caminar un poco para despejar su mente y fue a la playa. Camino un poco antes de detenerse y simplemente mirar las olas. Había muchas personas y niños cerca,pero se mantuvo lo más alejado posible de ellos.

— Que relajante... Aunque sería mejor si no hubiera tanto ruido — Dicho esto,fue de vuelta a su casa,cerro con llave y se acostó —.

— La semana que viene entro al instituto... Me preguntó si podré hacer amigos allí.

Se terminó durmiendo a los minutos. Varias horas pasaron y comenzó a anochecer,aún seguía durmiendo. Ya más tarde cuando empezó a salir la luna llena,se despertó bruscamente.

— Aah... ¿Cuanto he dormido? — Agarro su reloj y se frotó los ojos,para después mirar la hora — ¿Ya es noche..? —.

Se levantó de la cama y se estiró,se puso unos zapatos más cómoda y salió de su casa,por supuesto con una chaqueta,ya que hacía demasiado frío de noche.

Decidió ir a la playa de nuevo,sabía que a esas horas no habría nadie. Era tan pacífico y solitario de noche.. La luna llena iluminaba toda la playa con su esplendor.

★ El tritón de Mako ★Donde viven las historias. Descúbrelo ahora