FIRE EYES || REBORN [BNHA]

CAPITULO 24

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EQUIPO

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Sus pisadas golpeaban fuertemente el asfalto, sus piernas estaban acostumbradas a grandes velocidades, así que no había problemas con la primera prueba del festival: Carrera de Obstáculos. El fuerte estruendo lo hizo detenerse al igual que varios a su alrededor, los cabellos negros de Daisuke se alborotaron por el fuerte viento helado que se produjo, sus ojos se entrecerraron viendo al de cabellos bicolor tomar la delantera y mirar con superioridad a los que permanecían del otro lado del caos que produjo. Sus miradas se cruzaron un momento, pero Todoroki volvió su vista al frente para concentrarse en la carrera nuevamente.

-Y todavía me volteas a ver, pinche vato descarado- murmuró el azabache con fastidio.

Pudo observar de reojo como las cámaras se enfocaban en el hijo de Endeavor, mientras Present Mic gritaba: - ¡El estudiante de la clase 1-A, ¡Shoto Todoroki es el primer estudiante en pasar el primer obstáculo!

Rodó sus ojos al escuchar el entusiasmo del profesor Present Mic, pero no podía negar que Todoroki era un oponente formidable. El azabache echó un vistazo a los robots gigantes que sobraban, considerando cuál sería la mejor manera de pasarlo sin dar a conocer sus habilidades y cual hechizo utilizar. Odiaba que Daisuke no mostrara alguna señal y el dolor de su brazo le incomodaba. Sus pensamientos se detuvieron cuando escuchó un sonido metálico a su izquierda, y se volvió para ver como un brazo de robot iba dirigido a él.

Sus ojos se agrandaron mientras el brazo metálico se abalanzaba hacia él. Instintivamente, Leonardo se agachó, y el brazo pasó cerca de su cabeza, alborotando sus cabellos con aquella ráfaga de aire; apenas esquivando el golpe. Volvió a ponerse de pie, con el corazón latiendo con rapidez y con su mente trabajando a toda velocidad para decidir cuál sería su próximo movimiento. El brazo metálico parecía poder golpear con una fuerza letal, y no quería descubrir cuánto daño podría causarle.

- ¿Acaso tratan de matarnos frente al público? -escucho a uno de los estudiantes detrás de él.

El brazo metálico, impulsado por unos propulsores, se abalanzó nuevamente hacia dónde estaba Leonardo y los otros estudiantes de la clase B. El brazo metálico giraba y avanzaba hacia ellos a una velocidad alarmante, con el sonido de las hélices resonando en el ambiente.