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Osamu se encontraba sentado en la mesa de la cafetería junto a sus amigos

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Osamu se encontraba sentado en la mesa de la cafetería junto a sus amigos.

- Entonces eso pasó, solo porque le dije que su clase era aburrida me enviaron con el director y tengo que limpiar los baños por toda una semana. - Bufó Akutagawa.

- Tú también que eres bien idiota, le dices eso al maestro más jodido de esta universidad - Suspiró Ango cansado por la estupidez de su amigo.

Osamu solo se rió, sus amigos siempre hacían tonterías en la universidad, Sobre todo Akutawaga, quienes se comportaban como niños pequeños.

- ¡Hola Samu! - Se escucho una voz femenina.

Todos se quedaron en silencio al escuchar aquella voz.

Dazai cerró sus ojos fastidiados, otra vez venía a molestar y era nada más y nada menos que Yumie, una admiradora no tan secreto de Osamu desde el primer semestre. No importaba cuántas veces Osamu la rechazara discretamente, ella seguía detrás suyo.

Osamu solo la miró inexpresivo con una pequeña sonrisa mientras que ella rodeaba la mesa para llegar a su lado.

- Te traje esto, fue un dulce que aprendí a hacer este fin de semana - Sonrió de oreja a oreja con la esperanza de que Osamu lo aceptara.

- Gracias, pero estoy intentando no comer tantos postres, así que no puedo aceptarlo - Dijo como si nada.

- Pero este no tiene mucha azúcar, tiene poca. Acéptalo por favor - Hizo un pequeño puchero.

- Me pregunto, ¿tú por qué sigues detrás de Osamu? - Preguntó Ango confundido.

- ¿Eso qué tiene de malo? - Yumie frunció ligeramente su ceño.

- Primero, el rumor de que tiene tremenda anaconda entre sus pantalones y la segunda, que tiene novio, eso es caer muy bajo, ¿sabías eso?

Yumie no alcanzó a hablar, pues alguien los había interrumpido, saltando a los brazos de Osamu.

- Hablando del rey de roma - Comentó Akutagawa.

- ¡Osamu, te estaba buscando! - Chuuya se quejó.

- Perdón, bebé. Pero Ango y Akutagawa no me dejaron esperarte, estaban ansiosos por venir a tragar. -Dazai se encogió de hombros mientras le sonreía a su novio.

- Desgraciado, aparte de que te apoyamos en tus idioteces, mira como nos tratas.- Se quejó Sakaguchi.

- Las cosas como son.- Osamu se rió.

- Oye disculpa, pero yo estaba hablando con Osamu antes -Yumie tocó el hombro de Chuuya para llamar su atención.

- Pues...

Antes de que pudiera terminar su oración y mandar a la pelicastaña a la mierda,Osamu se levanto rápidamente y lo tomó de la muñeca.

- Me acorde que tengo algo que hacer y de lo cual ChuChu quedo en ayudarme - Y con aquellas palabras la pareja salió de la cafetería.

27 cm¹ | soukoku Donde viven las historias. Descúbrelo ahora