La voz de Avic recorre todo mi cuerpo, helándome la sangre. Mi cuerpo no responde por el shock de saber que todo este mundo es solo una fachada, una trampa demasiado elaborada. No sé qué hacer con esa información. ¿Qué puedo hacer para salir de esta situación? Sin hacerme más preguntas, decido levantarme y analizar la habitación. Está llena de cuadros de Avic y míos, aunque no recuerdo haberme tomado ninguna foto con él; simplemente aparecieron aquí. Este lugar se vuelve más extraño con cada momento. En vez de seguir cuestionándome cosas, decido bajar.
"Hola, mi querido amigo, ya hice el desayuno". Me hace sentar y luego me muestra el plato de comida que preparó: "Es un desayuno continental, como tanto te encanta: huevos revueltos, un par de panes tostados y, para acompañarlos, mermelada, mantequilla, jamón y queso". Se da la vuelta y saca una taza. "Chocolate caliente, pero no tan caliente para que no te quemes la lengua".
Su respiración se escucha acelerada y baja, su cara transmite una emoción que podría quebrarse con solo unas pocas palabras: "Quiero irme". No sabía si era la decisión correcta; me siento abrumado por toda la información que recibí y no puedo decir una sola palabra. "¿Te gustó?" pregunta con una voz ansiosa e insegura. No sé qué responder. Mantengo la cabeza agachada hasta que resuena un pensamiento en mi mente: "Dile que sí...". Apenas escucho esa opción para salir de la situación, logro articular unas palabras: "Sí —alzo la cabeza para mirarlo—, todo se ve muy delicioso". Su rostro encuentra una chispa de paz después de escucharme.
"Te quería cocinar algo especial antes de que te marches —se sienta y acomoda su postura—. Yo cumplo mis promesas, así que, ¿por qué no empezamos a comer?" dijo, intentando recomponerse de la ansiedad que lo devoraba. Miro la comida. Realmente no tengo hambre y me asusta lo que pueda planear hacerme después de terminar este plato, pero otro pensamiento pasa por mi cabeza: "Dile que te quieres quedar...". No entiendo a qué quiero llegar con esto; se supone que estoy en una zona de peligro, donde en cualquier momento podría morir si él lo decide.
Mis pensamientos son interrumpidos bruscamente por la voz de Avic: "¿Te sientes bien? —su voz calmada ahora solo transmite inseguridad—. No has tocado tu comida en todo el desayuno". No sé qué decir. Tengo miedo de pronunciar algo fuera de lugar que me condene. "Dile que te quieres quedar con él...". No sé a qué quiero llegar, pero con mi voz temblorosa y la mirada cabizbaja, logro decir: "Perdón, todo se ve bien, pero me siento tan confundido por mi cabeza y mis recuerdos".
Avic se levanta y me da un abrazo que, en lugar de consolarme, solo transmite más inseguridad. "Chico, yo sé que duele, pero, siendo sincero —se separa de mí, me da la espalda y se levanta—, no creo que encuentres nada allá afuera. Yo también estuve perdido una vez, pero encontré mi lugar aquí... Aquí logré hallarme y trato de vivir tranquilo. Solo quiero ayudarte; quiero que seas la mejor versión de ti mismo y formar una pequeña familia". Su mirada se pierde y se vuelve triste. "Por eso me esforcé tanto para que te sientas como en casa... Quisiera que te quedaras".
Es tan confusa esta situación; sus palabras suenan reales y reconfortantes para mí, como si mis oídos solo escucharan lo que quieren escuchar. Recuerdo lo que mi mente me decía hace poco, y entonces le respondo: "Quiero quedarme aquí —lo miro a los ojos y doy un pequeño respiro— y reconstruir mi vida". Sus ojos se llenan de calma y muestra una alegría al escuchar mis palabras. "Que maravillosa noticia —dijo con felicidad mientras soltaba un suspiro — En serio, gracias por tomar esa decisión, ahora no me sentiré tan solo en esta casa...". Esas palabras imprudentes que salieron de su boca: 'No me sentiré tan solo' encendieron todas mis alarmas. ¿Él no tenía esposa? No puedo retractarme ahora de la decisión que tomé, en el punto en el que estoy. Tengo que quedarme aquí, mientras traro de mantener una fachada con emociones que agobian mi pensar.
Trato de comer todo lo que me ha servido. No puedo negar que está delicioso: los sabores enamoran a mi paladar, y me hacen pensar: "¿Y si realmente me quedo aquí?" Pero una voz interna responde: "Solo está tratando de manipularte". Por más que disfrute de este desayuno, no puedo quedarme de brazos cruzados y ser uno más consumido por este mundo. Tengo que salvar al ser que apareció en mis sueños, sus esperanzas recaen en mí.
Al terminar la comida, Avic se ofrece a lavar los platos. Por mi parte, me levanto y trato de analizar la cabaña con más cuidado. Todos esos cuadros en las paredes dan una vibra espeluznante. Las fotos muestran a Avic, pero en ellas, cualquier otra persona ha sido recortada bruscamente. Esa inquietante hilera de cuadros me lleva hasta una pequeña puerta, apartada de todo lo demás. Es una puerta de madera sin cerradura, solo con una perilla, y desprende un aire de frio que recorre todo mi cuerpo, como si murmurase mi nombre. Mis piernas tiemblan, pero decido extender la mano para tocarla...
"Ay, pequeñito..." Avic me agarra del hombro y me da la vuelta. Mi corazón se agita, pero no puedo dejar que afecte a mi respiración. "Sé que estás curioso por desmantelar este lugar y conocer cada detalle. Esa es solo la puerta al sótano de alfarería, pero es un hobby que me da un poco de vergüenza. Algún día te lo mostraré". La ternura de sus palabras solo lo hace más espeluznante todavía. Me da dos palmadas en la cabeza y me manda a otro lugar. En cuanto Avic no tiene visión de mi salgo corriendo a mi habitación, mi corazón estaba a punto de explotar y simplemente no siento que pueda hacerlo ¿Cómo puedo desenmascarar a este lugar? El miedo de acabar como el hombre de mis sueños se hace presente, pero escucho un susurro en mi oído "Recuerda que me tienes a mí y yo jamás te dejaré solo ¿Está bien?" Me levanto alarmado y mirando hacia todas las direcciones, pero vuelve a susurrarme "Solo soy yo, Nythis, el hombre de tus sueños – La calma llega a mi corazón, mi respiración vuelve a su lugar y mi cabeza deja de dar tantas vueltas – Recuerda que al tomar mi mano ahora puedo acompañarte donde sea y te ayudaré a ser libres" Me quedo callado por un segundo, pero logro preguntarle "¿Pero cómo puedo lograr todo eso?" pero no vuelve a responder.
La noche cae, y Avic me desea buenas noches con un beso en la frente que tengo que aceptar. Entro a mi habitación y todo ha cambiado por completo. El espacio ni siquiera parece proporcional al de la cabaña. Ahora tiene una cama elegante con sábanas que se ven extremadamente cómodas a la vista. En las paredes hay más fotos de nosotros dos en distintos lugares, sitios a los que nunca hemos ido. La alfombra y otros elementos del cuarto muestran frases referentes a la realización de los sueños. Me acuesto en la cama, aún lleno de dudas sobre lo que sucederá a medianoche. La suavidad de las sábanas hace que mis párpados se vuelvan pesados y.... otra vez estoy en la habitación oscura.
De entre las sombras aparece nuevamente la figura angelical de mi anterior sueño. "Parece que encontraste algo para desenmascarar a Avic, ¿verdad?" La habitación se ilumina con cada palabra que pronuncia. "Sí, esa puerta al sótano —respondo con duda—. ¿Qué se supone que encontraré ahí abajo?". Él se mueve ligeramente y gira su cabeza sin rostro hacia la mía. "Nadie sabe lo que se encuentra en ese lugar, tal vez las fantasías más profundas de Avic, fantasías oscuras que lo sacara de sus casillas si llegaras a echar un ojo", insinúa con firmeza. "Recuerda que este mundo se moldea para atraparte y mantenerte encerrado aquí. Luego, todo lo demás lo controla Avic, y ese es el verdadero problema". La luz que irradiaba se vuelve tenue, mostrando tristeza, mientras yo no puedo dejar de pensar en la incertidumbre... en ¿Qué pasará si atravieso esa puerta? ¿Qué es lo que tanto esconde en ese lugar? ¿Qué me deparará luego de eso? Porque podría acabar como Nythis. Las preguntas me consumen por bastante tiempo hasta que Nythis empezó a hablar "Ya es hora de que te levantes – acerca su mano hacia mi cara sobando mi oreja y gira lentamente su cabeza hacia a mi – Solo recuerda que mientras recuerdes que este mundo no es real, no podrán hacerte daño" No podrán hacerte daño, esas palabras resuenan en mi cabeza mientras siento que caigo fuera este sueño solo esperando que lo que vaya a hacer no acabe en mi muerte.
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El limbo
Misterio / SuspensoEl protagonista despierta en un mundo extraño y diferente con una amnesia terrible que no le permite recordad quien es ni como llegó ahí. En la búsqueda de respuestas, se sumerge en un mundo retorcido en lo que nada es lo que parece. Un viaje de aut...