True Love

Capitulo 3

Buckley

Desde que llegue al área tan solo llevaba un día en ella, pero cuando llegue Alby me había dicho las reglas y una de ellas me parecía algo absurda, esa regla se trataba qué nadie podía salir del laberinto a excepción de los que son corredores, me parecía una regla muy absurda algo dentro de mí me decía que no le hiciera caso que debía entrar al laberinto porque ahí encontraría las respuestas que ellos aún no pueden encontrar, quería oponerme, no quería hacer nada de lo que él me pidiera, pensaba que sería mala idea, incluso tal vez me aterraba la ide a del rechazo total. 

Algunas veces me quedaba dormido en un tronco, me llegaban recuerdos de alguien, una persona que me llamaba "Evan" o tenía alguna sensación de que podría ser mi papá ya que tal vez el me mando a este lugar y no era algo de lo que me sintiera orgulloso y si yo estaba loco por creer esas cosas, no quería ni pensar lo que los demás dirían.

No estaba seguro de querer estar aquí, al menos así era hasta que lo vi; aquel chico me había cautivado por alguna razón, fue como si por un momento sus ojos me hubieran hipnotizado y ni se diga de sus lindos ojos color miel.

── Dame eso. ─ le arrebate el pastel que me había dado Thomas a Gally. ─ Es mío, idiota.

── No te hagas ilusiones, novato. ─ reprocho enojado.

── ¿Ilusiones? ─ lo mire con desagrado. ─ ¿No me digas que te desagrada?

Gally sonrió un tanto divertido.

── De todas formas no me preocupas. ─ rio.

── ¿Porque dices eso, Gally? ─ indago Jack.

── ¿No sabe la historia de como llego Thomas? ─ mire fijamente a Gally. ─ Bueno, no por algo aún sigo llamándolo Shank, ¿Dime novato no te viene algo a la mente?

── Púdrete. ─ respondí.

── ¡Novato! Tú al igual que el no son de mi agrado, ambos tienen algo que ver con todo esto, que raro que después de que Thomas cumpliera el mes tu llegaste justo a tiempo en el momento en que el salió del laberinto, pero no me cabe duda de que algo tramas. ─ explico. 

── Dime, no te parece extraño todo esto llevas tan siquiera horas y un día aquí...ya conociste al gran corredor del área, pero no me daré por vencido hasta que todos aquí vean que son traidores. ─ se acercó a mí. ─ Cuando a mí me picaron te vi a ti y no dudo en que en cualquier momento nos maten por tu culpa. ─ me miró.

No pude evitar tensar mi mandíbula.

── Cuando uno de nosotros llegue a ser picado, créeme novato, todos incluyéndolo a el ni siquiera te volteara a ver de nuevo. ─ soltó otra carcajada.

── Yo no respondo por lo que hallas visto. ─ dije en un tono frio.

── Veamos si el piensa lo mismo. ─ finalizó.

Lo mire por un momento, hasta que finalmente me aleje de él.

Nuevamente esa silueta llamo mi atención, se encontraba del otro lado del bosque, estaba de espaldas. Mire mi pedazo de pastel que tenía en mi mano.
El no parecía ser ese tipo de persona que había dicho Gally, pero no lo iba a culpa si pasaba eso, al final del día puede que sea verdad lo que vio Gally.