Non dimittam te iterum

Capítulo 12

-¿Estás bien?- preguntó Enid por enésima vez.

-Creo que soy yo la que debería preguntar eso.- respondió Lily apuntando con su dedo a los ojos de Enid que hasta hace algunos segundos había estado llorando profusamente y sus párpados estaban completamente hinchados. Instantáneamente, la loba se limpió con la manga de su camisa y sonrió como si nada hubiese pasado.

-No es nada, en serio. Solo nervios por el primer día.- mintió cobardemente y Lily pudo notarlo pero decidió no preguntar más allá, después de todo era la primera vez que se veían, no tenía ningún derecho de presionarla.

-Si que fue un gran choque ¿no? Sentí como si me estrellara contra un camión.- bromeó la chica, Enid lo hizo también de forma nerviosa, sabía que su cuerpo lobezno no estaba constituido de la misma forma que la de los humanos así que creía que la chica tenía toda la razón al sentirse así, por suerte no había resultado con ningún hueso roto o alguna otra lesión más seria.

-Lo siento.- Enid repetía aquella frase como si su vida dependiera de ello.- ¿Puedo hacer algo por ti?- Lily no pudo negarse al rostro de cachorrito de Enid.

-Está bien. Aunque ¿podrías ayudarme con algo? Soy nueva en esta universidad, ¿sabes dónde está el salón 203?- preguntó la chica. Enid lo pensó unos cuantos segundos, el número del salón era jodidamente familiar así que buscó en su bolso la hoja donde salía su horario y grande fue su sorpresa al ver que su clase era en ese mismo lugar.

-¿También estudias periodismo?- preguntó la loba confundida, Lily asintió con la cabeza y eso atrajo más dudas a la loba.- ¿Eres nueva o algo así?- volvió a preguntar.

-Soy una estudiante de intercambio, estaré en NY durante todo el año.- respondió la chica sonriendo amablemente, el rostro de Enid se iluminó al conocer la respuesta.

-¡Entonces seremos compañeras! También voy a ese salón justo ahora.- si había algo que la loba amaba era hacer amigos donde quiera que fuese. Lily también se sorprendió mientras Enid se ponía de pie y la ayudaba a ella a hacer lo mismo. Ambas chicas caminaban por el campus charlando animadamente. La loba intentaba olvidar su pelea con Yoko por algunos momentos o hasta que tuviera que enfrentarla en casa.

-Así que eres nueva en Columbia.- dijo Enid con una sonrisa cálida.

-Si, llegué hace unos días a Nueva York. Soy de Londres.- respondió Lily sonriendo tímidamente.- Todo es muy diferente aquí.

-Tranquila, te acostumbraras.- le aseguró la loba.- Yo también fui nueva alguna vez, a veces puede ser un poco abrumador pero la universidad y la ciudad tienen su encanto.

Lily asintió, observando los enormes edificios del campus y el bullicio a su alrededor. Cuando llegaron a la sala de clases, encontraron un par de asientos vacíos justo en medio del lugar y se sentaron juntas. Mientras ambas chicas seguían hablando, el profesor ingresó al lugar y se presentó ante todos dando comienzo a la clase, Enid pudo notar que Lily seguía mirando sus alrededores, claramente nerviosa y no la culpaba, llegar a un lugar nuevo siempre era difícil.

Durante un descanso, Enid decidió aprovechar para conocer mejor a su nueva compañera de clases.

-¿Qué te gusta Lily?- le preguntó Enid educadamente, tratando de no incomodar a la chica y respetando su espacio personal.

-Me gusta el arte y la música en general.- respondió Lily suavemente mientras jugueteaba con uno de sus lápices.- Siempre me han fascinado los museos y las galerías de arte. ¿Y tú?-

-Me encanta bailar y escuchar música también.- Enid ladeó su cabeza mientras sonreía.- ¡Oh! También me gusta contar y escribir historias, mi curiosidad es insaciable.- añadió la rubia con una risa.