Capitulo 15: Traidor

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|| El que avisa... No es traidor...

La ferocidad con la que se entregaba a la preciosa rubia entre sus brazos lo hizo reprimir las ganas de explotar y de gritar, el como lo montaba sin ninguna vergüenza, el como gemía contoneando su cuerpo, seduciendolo y hechizandolo, con sus miradas conectadas y sus cuerpos entrelazados, se mordió el labio, observo la línea marcada de su cintura, delineo cada curva con la yema de sus dedos mientras ella rebotaba con aquel delicioso ritmo y sus gemidos llenaban la habitación, amaba que ella tuviera el control y podría vivir a su merced cada día, echo la cabeza hacia atrás, cada sensacion era tan fuerte, cada sensación era deliciosa y mejor que la otra, se obligó a pensar en otra cosa, por que podria terminar y no permitir el alivio de Nic. Después de su accidente se habían propuesto recuperar el tiempo en cada lugar de la casa, fuera y como fuera. Tuvieron que ailslar al perro para no causarle un severo trauma al ver a sus padres follar.

Se incorporo dejándola bajo su cuerpo con una sonrisa, ella esbozo una sonrisa complacida mordió su labio inferior traviesamente, amaba ese lado juguetón y pervertido. Afianzó el agarre y la penetro con dureza. Dejo su labio, hecho la cabeza hacia atrás, cerro los ojos concentrada en las sensaciones. Lo hizo duro, lo hizo intenso, lamio sus labios, jugo con su boca y con ella un beso húmedo que la hizo estremecer, sintió su piel erizarse. Mordió su cuello, la marco cómo amaba hacerlo. Ese instinto que solo ella lograba sacar, ese instinto que era solo suyo queria poseerla.

-Te amo…-Susurro contra su oído su voz era controlada y profunda. Gutural cuando lanzaba improperios al correrse.

Su mirada lo tenía al borde del abismo, un pasaje azul que lo rodeaba de calidez quería lanzarse a aquel acantilado, siempre lo supo desde la primera vez que le hizo el amor por qué así era Nic te atrapaba mirando desde el alma.

Salio de ella y al verla tumbarse de costado la detuvo, elevo su cadera y entro. Ese abrazo le fascinó, así no incomodaba a los pequeños gemelos y la podía tener dando todo el amor que ella quería, la penetro nuevamente con cuidado y al escucharla gemir y apoyar su rostro sobre la almohada, curvo una sonrisa. Acaricio sus pechos llenos y elevo su mano a su cuello acaricio y lleno. Los besos a su rostro, a sus hombros.

-Oh Luke…ahhh…-la embistió, lo hizo con cuidado y también con dureza.

La estrecho entre sus brazos, no había mejor sensación en el mundo que esa. Abrazarla, estrecharla y su sonrisa.

-Hmm… Nic, te amo.- acaricio la pancita de los bebés, acaricio sus cabellos.

Bajo una mirada hacia su clítoris, lo acaricio y la escucho derrumbarse con el ritmo que le había impuesto para llevarla al nirvana. Continuo sostuvo su cadera, estaba hundido en ella, estaba con el rostro aspirando el aroma de su cabello, vainilla, beso su piel tersa, suave de porcelana, sintió sus labios y su aliento cuando echo la cabeza hacia atrás y alcanzó su boca, le dio de beber de sus labios y sus salivas, su aliento choco con el suyo entremezclado, su calor y el propio haciéndolos llegar a aquella mezcla de sensaciones y corrientes eléctricas que siempre habian sentido.

Al terminar se quedaron abrazados, entrelazados con una sonrisa en el rostro.

-¿Quieres que vayamos a elegir los muebles para la habitación de los bebés?-Se incorporo un poco para ver la expresión de su rostro y estaba sonriendo no reconoció la sonrisa pero definitivamente estaba sonriendo.

-Claro.

Habia momentos en los que lo atacaba la razón y sabía que aún cuando Nic no le dijera una palabra ella seguía recluida en su relación y en el castillo. Pero ciertamente con Michael rondando, sabía que tenía que ser cuidadosos una por qué se conocía, le reventaria la cara, antes de eso tenia que mantener a Nic a salvo…

Kissing you Donde viven las historias. Descúbrelo ahora