Kissing you

Capitulo 11: Poseeme.

||Atrapada, confundida... Tu juego... ¿Quieres una nueva jugadora?

Los errores y la lentitud se pagan caros, pensó mientras era arrastrada a su habitación por uno de los guardaespaldas de Luke, no pudo poner resistencia y tampoco el la defendio, estaba acorralada en un matrimonio sin amor, por qué si Luke actuaba asi no le amaba ni un poquito. Quien te ama no te lastima, penso. Quien te ama no te fuerza. Con la mirada perdida sintió como la maquillista le retocaba el rostro con una expresión de pura molestia y brusquedad pasaba la brocha y todo lo necesario para que volviera a quedar presentable.

“Jake, expuse a Jake…” trago amargo, se contuvo para no llorar.

-Señora, si vuelve a llorar la base se va a correr.-La regaño la maquillista.

-Retocala las veces que sea necesaria y cállate.-Exploto.

Dejo que las lágrimas cayeran y las limpió con rabia para desafiarla. Era todo lo que podía hacer, desafiar con niñerias.

Cuando por fin se calmaron sus nervios y la maquillista volvió a retocarla, subieron por ella y por su familia. Entro como muerta en vida a la camioneta, entro como muerta en vida a la catedral que reconoció como Salisbury y como un zombie le dijo: “Si acepto” a Luke y no repitió ningun voto que el cardenal le ordenó que dijera. Con una mirada de odio hacia Luke se negó a repetir palabras y votos que no sentía. Era el día de su boda, no es que no soñara con casarse algún día. Quizá lo consideraría en algún momento…

Las luz del sol brillando filtrandose por su ventana le cegaron, y la respiración de Luke a su oído le hicieron removerse, con un abrazo posesivo estaba dormido junto a ella. Reprimio un bostezo y trato de moverse, en vano. Luke la tenía presa el cuerpo de el era pesado y musculoso. En contraste al suyo que era un tanto llenito y más débil. Se resigno, parecía no ceder y cerró los ojos quedándose dormida de nuevo.

Durante sus años como amigos con derechos tenían reglas una de ellas era no dormir juntos o besarse dándose las buenas noches, no quería afianzar un vínculo, no imagino que Luke esperara algo más significativo , los chicos de su edad eran inmaduros.

Quizá su falta de instinto con el… fueron los causantes de ese embrollo.

Despertó al sentir la cama vacía, y observo a Luke colocándose la bata y pedir que prepararán el comedor. Sintió el peso de su cuerpo sobre la cama nuevamente, no quiso abrir los ojos se quedó inmóvil.

-Al fin despiertas.-Carraspeo.-Baja a desayunar.-Se levantó de la cama y salió de la habitación.

Se levantó, se baño y eligió un vestido largo en color blanco, últimamente era el color que más le gustaba usar, se calzo los zapatos y bajo lentamente. La servidumbre le saludaba con reverencia al verla. Agito su mano girando entre sus manos el anillo de safiro y su anillo de casada. Sentía que pesaban mil años de condena. Bajo el último escalón y camino sobre el imponente lugar que su mirada apresiaba. Tan solo las escaleras y el recibidor eran bellísimos con dos columnas flanqueando las escaleras que conducian a las habitaciones principales, alfombradas en color rojo, contrastando con el suelo de mármol, con paredes en un tono marmol también y los baldaquines en un tono blanquisimo que daban un toque de estatus y elegancia. Observo las pinturas antiguas al oleo en su recorrido por el pasillo que conducía hacia el comedor, alfombrado en color rojo, cada paso dado era flanqueado por una pintura sobre personas que no conocía, observo las rosas rojas frescas en los jarrones de color oro que decoraban las mesitas blancas que parecían de una casa de muñecas, con espirales y con un estilo del siglo pasado.

Al llegar al comedor paseo su mirada por el precioso salón en de color verde con baldaquines del mismo color blanco que la estancia. Los tonos dorados de las espirales que decoraban el salón llamaron su atención antes de sentarse a unas 8 sillas de distancia de Luke. Tomo asiento con ayuda de uno de los lacayos, y agradeció cuando su vestido se atoro en la silla.