Capítulo 71 - EL FINAL

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Con pasos lentos y decididos, Sheng Jinxi se dirigió hacia esa luz

“¿Qué quieres decir?” Chu Chengyuan notó el tono sarcástico en sus palabras y mostró desagrado en su rostro.

Sheng Jinxi lo ignoró y continuó comiendo los alimentos de su plato hasta terminar. Aunque Chu Chengyuan estaba molesto, no hizo nada más.

“¿Te estás burlando de mí, Sheng Jinxi?”

Con calma, Sheng Jinxi se limpió la boca con una servilleta y respondió lentamente: “Ya has demostrado que no me equivoqué”.

“Por respeto al señor Shen, no te haré nada. No tienes de qué preocuparte”.

En la novela, Chu Chengyuan efectivamente lo había lastimado, pero en la realidad no había hecho nada. Sheng Jinxi no quería llevar las cosas al extremo, sobre todo porque era primo de Shen Ji y las dos hermanas Chu tenían una buena relación. No quería causar un conflicto antes de conocer formalmente a Chu Mingjin.

“Tú…”

“Tú y mi primo…”

Aunque las palabras maldicientes de Shen Zhou eran un completo sinsentido, se podía adivinar algo.

Sheng Jinxi, en efecto, no tenía ninguna relación con Li Yan; la relación era con Shen Ji, por eso Li Yan no se atrevía a tocarlo, e incluso Ye Qingchen lo protegía.

Chu Chengyuan miró el plato de comida y murmuró para sí mismo: “Así que la última vez que mi primo nos llevó a Shen Zhou y a mí al gimnasio, no fue porque Shen Zhou malgastara el dinero, fue por ti. Si no, ¿por qué me golpearían a mí también?”

“Misterio resuelto”.

Chu Chengyuan, al descubrir la verdad, estaba al borde de las lágrimas. ¿Podría retractarse de lo que había dicho antes?

Al ver que Sheng Jinxi se levantaba para irse, Chu Chengyuan lo detuvo rápidamente: “Cuñadito, realmente eres una persona tan hermosa y de buen corazón. Antes fui muy estúpido, hablé sin pensar. Por favor, no le cuentes a mi primo lo que dije, te lo suplico. Todo fue mi culpa, mira que era joven e ignorante, ¿podrías perdonarme?”

Sheng Jinxi: “…”

“¿???”

¿El que le estaba suplicando así era realmente Chu Chengyuan?

“Si sientes que no has descargado tu enojo, puedes golpearme unas cuantas veces más, no me defenderé en absoluto”, dijo Chu Chengyuan parpadeando: “Mientras el cuñadito más perfecto, bondadoso y apuesto del mundo se sienta mejor, estoy dispuesto a lo que sea”.

“¿Te poseyó un espíritu?” Sheng Jinxi no pudo evitar apartar la mirada, nunca había visto a Chu Chengyuan comportarse de esa manera.

“Fui un idiota sin ojos, cuñadito…”

“No me llames así”, dijo Sheng Jinxi retrocediendo un paso y soltandose de la mano de Chu Chengyuan: “Ya terminé de comer, sigue tú”.

“No, espera, no te vayas. Jinxi, escucha mi excusa”. Chu Chengyuan se corrigió a sí mismo: “Perdón, escucha mi explicación”.

Lo persiguió suplicando todo el camino, con un tono suave y una expresión igual de suave, pero sin lágrimas. Yin Mengrui y Zhang Peng intercambiaron miradas, completamente incrédulos.

Sheng Jinxi tampoco sabía cómo reaccionar. Chu Chengyuan lo había insultado de manera tan vulgar antes, y ahora, en un instante, le sonreía y lo llenaba de alabanzas exageradas. No sabía si admirar su descaro o su capacidad de adaptarse a las circunstancias.

Una pobre carne de cañón en una novela basura Donde viven las historias. Descúbrelo ahora