Dulce NO tan Dulce (borrador terminado) ✔️

PROLOGO

Aarón

Conocí a la novia de mi mejor amigo cuando aún no era su novia. En ese entonces era su nueva asistente y juro que desde el primer momento me di cuenta de que algo le pasaba a Luca con ella. Y mentiría si dijera que no me divertí mucho cuando me di cuenta de que mi amigo estaba más allá de la locura por Arya. De ahí que decidiera coquetear con ella para molestarlo.

Y Vaya que la pase en grande llevando a mi amigo al límite. No dimití Hasta que el muy idiota acepto que estaba completamente muerto por ella. Y también mentiría si no dijera que me hice su amigo también en el proceso, Luca no fue el mejor de los caballeros a la hora de cortejarla, así que mis dotes de mejor amigo encantador y rico abogado me sirvieron para hacerme su amigo.

Luego estuvo la confesión de su Luca, cuando admitió que se acercó a ella para vengarse de su padre por ser el asesino de sus propios padres. Las cosas no mejoraron mucho después de eso, hasta que una semana después Luca llevaba en brazos a Arya al hospital.

Y se preguntarán ¿qué tiene que ver todos esto conmigo?

Pues aquí viene lo interesante...

Justo ese día fue el día que me enamoré.

Tenía frente a mí a un ángel caído del mismo cielo. Su cabello rubio y sedoso estaba hecho un desastre, sus ondas estaban revueltas y su maquillaje estaba embarrado por toda su cara, por tanto, llorar. Jalaba su ropa mientras esperaba noticias de Arya.

Pero yo me olvidé de todo lo que tenía al rededor, incluso me pareció escuchar un canto celestial mientras me perdía en el brillo de sus ojos. Fue una completa aparición la que tenía en frente. Tenía que conocerla.

―hola ―le dije a la belleza que tenía en frente Extendiendo mi mano para tomar la suya. Nunca había estado tan desesperado por tocar a una mujer. —soy Aarón, el mejor amigo de Luca.

El bello ángel estiró su mano después de secarla en su ropa arrugada para estrecharla con la mía, y con una sonrisa tímida dijo ―hola, soy Susan, la mejor amiga de Arya.

Luca seguía callado a nuestro lado. No es como si esperara que nos presentara. Ya Tenía mucho en lo que ocuparse.

―¿puedo acompañarte por un café, Susan? Servirá para calmar tus nervios, —le pregunté haciendo uso de mis ojos encantadores y mi sonrisa de seductor. —o tal vez quieras salir a respirar un poco de aire fresco. —Susan me miraba con ojos muy abiertos y juro que miré un brillo aún más especial en ellos. Seguía sin darme respuesta, pero ya no había más lágrimas corriendo por sus mejillas, ahora tenía un lindo color rosado en toda su cara y cuello. Entonces insistí un poco más —estoy seguro de que Luca nos avisará cuando el doctor aparezca con buenas noticias. ―no estaba dispuesto a soltar su mano. Luca se dio cuenta, pero no debió importarles porque no hizo nada, aparte de poner ligeramente los ojos en blanco.

Susan se sonrojó bajando la mirada al suelo para después subirla de nuevo, esta vez para buscar algo en los ojos de Luca. No lo creía necesario, pero Luca hizo un ademán diciendo "sí, sí, largo de aquí"

Con la poca paciencia que lo caracteriza.

Así Susan por fin me dio una sonrisa y camino más cerca de mí, entonces su aroma a lluvia en primavera y rosas frescas me inundo los pulmones.

Me embriago.

"La quiero"
Dijo mi mente.

Sí, yo también.
Le contesté.

Llegamos a la cafetería del hospital y pedí dos cafés con crema, es obvio que a este ángel le gusta lo dulce.

—gracias —dijo con vergüenza. No me parece de las mujeres que se anden con vergüenza por la vida, eso quiere decir mi actitud seductora la puso nerviosa.