Mala Mía (Marcelo Flores)

Parte 10: lo que querías decir, pero no tenías el valor

TN

Compramos sushi y regresamos a la casa de mi hermano, quien nos esperaba mirando su celular.

-Se tardaron mucho, pensé que ya se los habían robado -bromeó Diego volteándonos a ver.

-No te emociones tan rápido, hermanito -dije riendo.

-¡¿De qué hablas?! Si te roban, ¿ahora a quién voy a molestar? -dijo acercándose a abrazarme, luego besó mi mejilla y fuimos a la mesa a comer.

Nos la pasamos entre pláticas y bromas, realmente me gustaba pasar tiempo con ambos. Lamentablemente, se hizo tarde y Marcelo tuvo que regresar a su casa. Me despedí de él con un abrazo.

Fui a mi habitación y estaba por meterme a bañar cuando recordé que los chicos de Tigres tendrían libre el día siguiente, por lo que se me ocurrió pedirle a Marcelo que fuéramos a jugar fut él y yo.

Marceeeeeeeee

¿Quieres ir mañana a jugar? <3 

MARCELO FLORES

Llegué a mi departamento y estaba Tatiana esperándome afuera. Me miró alegre y me abrazó.

-¿Dónde andabas? Llevo aquí como media hora -dijo Tatiana indignada, aunque luego sonrió y me abrazó.

-Lo siento, se me olvidó decirte que tenía algo qué hacer y llegaría tarde -dije apenado, bajando la mirada.

-Está bien, no te preocupes, hermanito.

Entramos y nos pusimos a platicar un rato, los entrenamientos nos mantenían demasiado ocupados, así que no podíamos hablar o vernos tanto como nos gustaría.

-No me dijiste dónde andabas... ¿Será que andas por malos pasos, Marcelo? -preguntó mi hermana de broma con el ceño fruncido.

-Ay, claro que no... Es que me invitaron a un stream -respondí desviando la mirada.

-¿Sí? -asentí-. ¿A cuál? Para verlo.

No sabía cómo evadir la pregunta, así que no me quedó de otra más que darle el nombre del canal de Tn, el cual anotó en su aplicación de notas para buscarlo en su casa.

-¿Y eso que decidiste ir a un stream? -preguntó Tatiana intrigada.

-El canal es de la hermana de uno de mis compañeros de club, y pues me agradó mucho la chica.

-¿Nada más te ¨agradó¨? -preguntó mi hermana echándome carrilla.

Sentí como mis mejillas se ruborizaban un poco.

-Cómo eres, Tatiana... Sí, me agradó -dije intentando no cruzar miradas con mi hermana.

-¿Está bonita? -preguntó con una sonrisa malvada.

Mis cachetes se colorearon más y me quedé sin palabras.

-No sé, no le he puesto atención -mentí.

-No seas mentiroso, Marcelo -me regañó mi hermana riendo.

Me quedé en silencio algunos segundos, hasta que finalmente suspiré y respondí.

-Sí, está muy bonita. 

Tatiana tomó su celular y comenzó a revisar su perfil de instagram.

-Con razón te gusta, hermanito. ¡Está preciosaaaa! -dijo mi hermana sorprendida.

-No me gusta, Tatiana -respondí apenado.

-No puedes mentirme, Marcelo, te conozco muy bien.

No respondí, nada más esperé a que mi hermana comentara alguna otra cosa.