Parte 12: eres un amor

28 4 4
                                    

TN

-Guapa, ¿dónde andaaaaaas? ¿Por qué no me haces caso? -preguntó Gerardo.

-Ando de vaga -respondí de manera ambigua-. ¿Tú dónde andas?

-En mi depa. Iba a invitarte a venir, pero parece que andas ocupada -dijo algo inseguro.

-Si quieres en un rato, porque apenas estoy desayunando.

-Ok, nena. Me avisas cuando te desocupes para pasar por ti.

Colgué y miré a mi acompañante, quien estaba concentrado en su desayuno.

MARCELO FLORES

Tn se puso a hablar con alguien por teléfono, al principio supuse que era Diego, pero él ya sabía dónde estaba su hermana, así que no creo que se le olvidara. Eso significaba que probablemente era Arteaga.

El desayuno transcurrió normal, hasta que terminamos y salimos del restaurante. Nos pusimos a caminar un poco, hasta que miramos una dulcería y a Tn hasta le brillaron los ojos de la emoción, pero desvió la mirada. 

-¿Quieres ir? -pregunté sonriendo.

Tardó unos segundos en responder, pero terminó por asentir sonriendo. 

TN

Marcelo me abrió la puerta de la dulcería para que pasara. Esa pequeña acción se me hizo muy linda, ni siquiera el mugre Diego lo hace, y eso que soy su hermana.

Nos pusimos a caminar por los pasillos. La verdad sí tenía ganas de algo dulce, pero no decidía qué agarrar. Me quedé pensando, hasta que terminé por agarrar un chocolate.

-¿No vas a agarrar otra cosa? -preguntó Marcelo por cortesía.

-No -hice una pausa y le mostré el paquete-. Estos son mis chocolates favoritos, ¿los has probado? -pregunté curiosa.

Él miró con detenimiento la envoltura y luego negó con la cabeza.

-No puedo creerte eso, Marcelo Flores... Lo tienes que probar -dije seria, aunque después me reí.

-Lo haré, Tn Láinez -respondió sonriendo.

Qué linda sonrisa tiene ese chico... 

MARCELO FLORES

Yo agarré solamente un jugo, luego fuimos a formarnos para que nos cobraran. 

-¿A ti te gustan los dulces? Ni siquiera sé si te dejan comerlos -dijo la chica con curiosidad.

-Sí me gustan, pero casi no los como porque se supone que el club nos pone a dieta.

-¿En serio? Diego nunca se alimenta muy saludable que digamos... Hace rato se desayunó una dona, ¿no lo viste?

Reí y asentí al recordar que era cierto, así como el hecho de que su hermana lo estaba delatando frente a su compañero de trabajo.

-Pero bueno, ¿cuál es tu dulce favorito? -me preguntó regresando al tema.

TN

Marcelo me habló de un chocolate, pero la verdad no conocía la marca y su descripción no me ayudó mucho. 

-Ni idea, corazón -dije algo apenada.

-Deberías probarlo, está muy rico.

-Ok, lo voy a buscar -dije sonriendo. 

Salimos de la dulcería para continuar platicando un rato. Le invité un trozo de chocolate, el cual aceptó gustoso. Después de un rato de caminar y terminarnos el chocolate, llegó el momento de despedirnos.

-Gracias por todo, Marcelo -dije acercándome a abrazarlo-. Me mandas mensaje un día de estos para salir a otro lado -añadí sonriendo.

Él asintió con algo de timidez y un leve rubor en sus mejillas.

-Claro. Me la pasé muy bien hoy -respondió el chico con una sonrisa.

Nos despedimos y él se ofreció a devolverme a la casa de Diego... Tan caballeroso como siempre.

-No, gracias. Ahorita tengo todavía algo por hacer -dije algo apenada.

No quería verme grosera ni que pareciera que lo decía para deshacerme de él, pero tampoco quería decirle que me iría con Arteaga, ni siquiera sé porqué.

-Entiendo. ¿Todo bien, Tn? -preguntó el güerito.

-Ahh sí, no te preocupes. Es que Gerardo dijo que vendría por mí -expliqué bajando la mirada algo desanimada.

No tenía porqué desanimarme, ¿no? Después de todo, Arteaga y yo estábamos quedando o algo parecido. Pero, a pesar de eso, a veces no lo sentía así.

-Tn, ¿puedo hacerte una pregunta algo imprudente? -preguntó algo nervioso, llevando su mano hacia su nuca-. No tienes que responder si no quieres.

Lo volteé a ver, luego asentí con la cabeza.

-Pregúntame lo que quieras -respondí sonriéndole.

-¿Arteaga y tú son novios? -preguntó ahora él desviando la mirada.

Ya sabía que preguntaría algo al respecto, pero no me salieron palabras al mero momento.

-Ay, no -dije después de que mi cerebro estuviera un ratote procesando la pregunta. 

MARCELO FLORES

-¡Qué cosas dices! De seguro Diego te anda metiendo esas ideas -añadió Tn intentando reír, aunque fue una risa nerviosa.

-No suenas muy convencida -dije riendo-. Pero bueno, ya me voy para que te vayas con tu amado.

-¡Ay, no! -dijo negando rápidamente con la cabeza-. Te voy a contar algo porque ya te tengo confianza -dijo divertida.

La chica morena me hizo señas para que nos sentáramos en una banca por ahí.

-Es que antes me gustaba Arteaga... -comenzó Tn, pero luego hizo una breve pausa.

-¿Gustaba? -pregunté riendo.

Ella me miró feo y luego rio.

-¡Sí, Flores! No me andes desconcentrando, luego se me olvida de lo que estoy hablando -dijo sonriendo antes de continuar con la historia.

Me contó que Gerardo tenía una relación algo dañina para él, pero nunca quiso terminar a esa chica hasta hace poco. A partir de ahí comenzó a coquetearle a Tn y estaban intentando algo.

-Pero no estoy segura de que me siga gustando... Además no sé qué quiere, nunca lo hemos hablado. Capaz que me ando ilusionando y nada que ver -dijo la chica encogiéndose de hombros.

Había algo muy sospechoso en esa historia, pero no lo conocía como para opinar al respecto. Aunque no podía evitar preguntarme ¿y si todo eso era mentira? ¿y si no le estaba mostrando más que disfraces a Tn, aparentando haber dejado a su novia por ella? 

-¿Tú no le has echado el ojo a alguna chica, Marcelo? -preguntó Tn curiosa, sacándome de mis pensamientos.

TN

Marcelo se sonrojó, luego negó con la cabeza.

-Ay, ajá. Hasta rojo te pusiste -dije riendo-. Cuéntame, ¿cómo es la afortunada?

-Noooo, no me gusta nadie -respondió desviando la mirada.

-No te creo nada, Marcelo.

Él me miró con algo de timidez. Una sensación muy bonita se apoderaba de mí cada que cruzábamos miradas, era algo que no podía explicar, pero se sentía bien. 

Después de esa breve pausa, durante la cual quedé perdida en mis pensamientos, Marcelo respondió.

-Es que no sé si me gusta, sólo se me hace bonita... Además, me da pena hablarle.

-Ay, Chelito -dije con ternura-. Eres un chico muy lindo, deberías acercarte a ella. No creo que esté tan ciega como para no ver que eres un amor.

Tenía una inmensa curiosidad de quién le gustaba a Marcelo. La verdad es que era una chica muy afortunada.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: 12 hours ago ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Mala Mía (Marcelo Flores)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora