cinco
❝i love... talking to you❞MACK
Han pasado tres días y juro por Dios que cada vez que intento hacer algo útil, la chaqueta de Joe sobre mi sofá me regresa directo a la noche del sábado. Tengo tan clara la sensación de sus rulos entre mis dedos, su cuerpo presionándome contra la pared, el sabor a vodka y caramelo de su boca. Siento como si estuviera desintoxicándome de algo y fallando en el intento.Fue el momento más hot de mi vida. Bueno, básicamente el único momento hot de mi vida porque dentro de todas mis relaciones fallidas mis novios han sido bastante patéticos en ese departamento.
Estoy tan deprivada de afecto que un beso hizo que mi cerebro hiciera cortocircuito.
New York en verano es hermoso y horrible en partes iguales. Los atardeceres, la vegetación verde y los rooftops se ven eclipsados por miles de turistas y climas extremadamente calientes que te hacen sentir que te estás cocinando en vida. Ahora mismo, mientras camino por Washington Squarespace Park, siento que el sol me está quemando el cerebro.
—Entonces, tú y Joe Burrow tuvieron el beso más erótico de tu vida. —la voz de Stella suena a través de mis AirPods— . Pero no has escuchado de él desde ese día.
Río— . No lo culpo, Stell. Training Camp comenzó el lunes, ni siquiera Tom habla conmigo cuando comienza a el training camp.
—¿Has pensado en que tú podrías escribirle?
—No. —respondo rápido— . Honestamente, ni siquiera estoy segura de que quiero que él lo haga.
—¿A qué te refieres?
—¿Cuál es el punto, Stell? —replico, buscando con la mirada el uber. Una vez que ubico la placa, entro al auto— . Una vez que empiecen a seguirlo y crucen sus límites como lo hacen siempre con la gente de mi alrededor, se va a asustar como todos.
—Mackenzie, estás haciendo eso de nuevo.
—¿Haciendo que?
—Autodestrucción. —responde obvia— . Lo haces siempre. ¿No se te ocurre que hay personas que están dispuestas a entrar a tu mundo, y aceptar las cosas de las que no puedes hacerte cargo?
Se me ha ocurrido, pero no.
—A veces, pero Joe Burrow no es una de esas personas.
No la estoy mirando pero sé que está rodando los ojos.
—Escucha, tengo que irme, me están esperando en maquillaje. —detrás de ella puedo escuchar el ajetreo del estudio— . Digas lo que digas, yo sé que te va a escribir, Mack, y cuando lo haga, espero que respondas o voy a tener que quitarte mi amistad.