💮𝐂𝐀𝐏𝐈𝐓𝐔𝐋𝐎 𝟐💮

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Alastor abrió los ojos con lentitud, la luz filtrándose a través de las cortinas de la habitación del Hazbin Hotel. La confusión se disipó gradualmente mientras se incorporaba, sintiendo la suavidad de las sábanas bajo él. Se tocó la cabeza con una de sus manos, recordando el sueño extraño que había tenido, un eco lejano de su pasado en el cielo.

Qué sueño más extraño —. Murmuró para sí mismo, una sonrisa persistiéndole en el rostro, como si el recuerdo de su vida anterior aún resonara en su mente.

Con una elegancia innata, se levantó de la cama y se dirigió al baño. Al encender el agua, el sonido del chorro resonó en la pequeña habitación, creando un ambiente de calma. Se duchó rápidamente, dejando que el agua tibia lo revitalizara, limpiando cualquier vestigio de la confusión del sueño.

Después de secarse, tomó su cepillo de dientes, asegurándose de que cada diente estuviera reluciente. Observándose en el espejo, notó con satisfacción el brillo en su sonrisa, un recordatorio de su naturaleza carismática.

Con su higiene completa, Alastor se dirigió a su armario, donde colgaba su traje habitual. Se vistió con destreza, ajustando la chaqueta con un gesto decidido, mientras el moño se anudaba perfectamente a su cuello.

Alastor comenzó a caminar por los pasillos del Hazbin Hotel, su sonrisa siempre presente y su porte elegante y desafiante. Con las manos entrelazadas detrás de su espalda, cada paso resonaba con una autoridad que intimidaba a quienes se cruzaban en su camino. Su mirada observadora captaba cada detalle del entorno, un lugar que había llegado a considerar su hogar en el inframundo.

Su mente se desvió hacia la conversación que había tenido con Charlie el día anterior sobre la llegada de dos invitadas del cielo. Recordar aquel anuncio provocó en Alastor una leve mueca en su sonrisa. La idea de que seres celestiales estuvieran a punto de visitar el hotel despertaba en él una mezcla de curiosidad y desdén.

Alastor llegó al lobby, donde Charlie y Vaggie estaban conversando sobre la inminente llegada de dos serafines. Esto no le hacía mucha gracia a Alastor, quien por dentro se mostraba algo molesto. Al notar su presencia, Charlie, siempre optimista, se volvió hacia él.

Alastor, ¿estás emocionado porque finalmente vendrán Emily y Sera? —. Preguntó Charlie con una sonrisa, esperando una respuesta positiva.

Alastor, sin perder su característica sonrisa y con un toque de ironía en su voz, respondió

¿Por qué me alegraría la visita de dos seres que son los mismos que nos atacaron en el último exterminio? —. Aunque su tono era despreocupado, había una clara frialdad en sus palabras.

Charlie, con su habitual buena disposición, no se inmutó demasiado, y Alastor, sintiendo que no valía la pena seguir en esa línea, decidió ignorar el tema. Se giró y se dirigió hacia la cocina, dejando a Vaggie observándolo con una mirada desconfiada, como solía hacer.

Alastor entró en la cocina del Hazbin Hotel, listo para preparar su habitual taza de café matutina. El aroma del café recién hecho comenzaba a llenar la habitación cuando Vaggie apareció en el umbral de la puerta, observándolo con los brazos cruzados y una expresión de evidente desagrado. Sin siquiera voltear a verla, Alastor soltó una risita.

Querida, ¿soy tan interesante que hasta tú te tomas el tiempo para observarme? Jajaja —. Su tono era burlón, casi provocador.

Vaggie, claramente irritada, decidió acercarse a él, moviéndose con determinación. Justo cuando iba a tocar su hombro, Alastor, con movimientos veloces, atrapó su muñeca en un agarre firme.

Ah, ah, ah, *menea el dedo* Querida, querida, querida, nunca te he dado permiso para tocarme —. Aunque mantenía su característica sonrisa, había una nota de molestia en su voz, distorsionada por la interferencia de radio que siempre lo acompañaba.

𝐏𝐎𝐋𝐎𝐒 𝐈𝐆𝐔𝐀𝐋𝐄𝐒 /// Hazbin Hotel Donde viven las historias. Descúbrelo ahora