𝙂𝙍𝘼𝙑𝙄𝙏𝙔 𝙁𝘼𝙇𝙇𝙎 ๏ภє-รђ๏Շร [BOOK II]

¿Que me pasa? | Dipper Gleeful [Reverse Falls] (part.3)

Edad: 18 años.

Otro día de porquería en la escuela. No entendías por qué siempre parecías ser un imán para los problemas, ni tampoco por qué nunca te defendías. A tus 18 años, ya deberías haber aprendido a valerte por ti misma, pero las cosas no parecían mejorar.

Para colmo, Dipper había estado más molesto de lo usual, lanzando comentarios degradantes durante toda la tarde, como si disfrutara haciéndote sentir aún peor.

Y para cerrar el día con broche de oro, unos tipos te habían golpeado por no haberles pasado la tarea de Física y Química.

¿Qué esperaban que hicieras si nisiquiera te habían dado sus correos para enviarles las respuestas?

Parecía que las personas solo querían aprovecharse de ti, y el constante maltrato estaba comenzando a desgastarte.

Ahora caminabas cabizbaja hacia la salida del instituto, sujetando tu mochila con ambas manos detrás de tu espalda. No querías hablar con nadie, ni siquiera levantar la vista para ver a tu alrededor. Lo único que deseabas era llegar a casa, encerrarte en tu habitación y desconectarte del mundo.

De repente, chocaste contra alguien, pero ni siquiera tuviste la energía para levantar la mirada. Solo susurraste una disculpa, esperando que fuera suficiente.

—¿Otra vez tú? —Una voz conocida, fría y burlona, resonó frente a ti. Era Dipper, por supuesto—. Deberías ver por dónde caminas.

El sarcasmo en su risa te golpeó como un martillo, pero tú simplemente cerraste los ojos. No tenías ganas de enfrentarlo esta vez. No tenías ganas de nada.

Dipper continuó hablando, pero al ver que no le respondías, que ni siquiera levantabas la cabeza para enfrentarlo como lo habías hecho en ocasiones anteriores, se detuvo. Frunció el ceño y ladeó la cabeza, intentando captar tu atención.

—¿Qué pasa contigo? —preguntó, inclinándose un poco hacia ti, buscando tu mirada.

Pero tú seguiste mirando al suelo, sin ganas de darle el gusto de una respuesta. Querías desaparecer, como si el suelo pudiera tragarte y alejarte de todo. La paciencia de Dipper se agotaba rápidamente, y se enderezó con frustración, cruzando los brazos frente a ti.

—Levanta la cara, quiero ver tu rostro.

Su orden fue clara y cortante, pero tú te negaste con un susurro.

—Tengo que llegar a casa —dijiste, evitando su mirada.

Si, aja. Su ceja se arqueó ante tu negativa, y con impaciencia , volvió a insistir.

—Te dije que levantes la cara. No me hagas repetirlo.

—No quiero —murmuraste, apretando los puños y aferrándote a la idea de alejarte lo antes posible.

Ya cansado de tu resistencia, Dipper dio un paso más cerca y, sin advertencia, te tomó del rostro con una mano, apretando tus mejillas con una firmeza que te sorprendió. Tu mirada se vio forzada a encontrarse con la suya, pero en ese momento, algo cambió en su expresión.

Al ver tu rostro cubierto de moretones y heridas, sus ojos se ensancharon, la sorpresa palpable en su rostro. No lo esperaba, y mucho menos de ti.

Tú, en cambio, desviaste la mirada, molesta por su intrusión. No tenía derecho a tocarte así, ni mucho menos a verte en ese estado tan vulnerable. Estabas acostumbrada a que te humillara, pero esto era diferente.

Dipper tensó la mandíbula, claramente incómodo. Algo en él se había endurecido de repente. La frialdad que normalmente lo caracterizaba estaba siendo reemplazada por otra cosa... algo más oscuro.