El sol brillaba intensamente en el cielo azul, iluminando el campo de la escuela mientras los estudiantes se preparaban para el festival.
Géma estaba sentada en la grama, con su batería portátil a su lado y un cuaderno de bocetos en sus manos. Había decidido hacer un mural en el evento, algo que combinara su amor por la música y el arte.
Mientras pintaba, notó que un grupo de chicos se reunía alrededor de la cancha de fútbol. Uno de ellos, con una sonrisa contagiosa y una energía vibrante, estaba jugando con el balón con destreza los chicos lo llamaban Indriago, el nuevo chico del equipo, conocido por ser el mejor jugador del colegio.
Géma no pudo evitar mirar fijamente, mientras él hacía una jugada impresionante. En ese instante, sintió una mezcla de admiración y nerviosismo. Su corazón latía rápido; no era común que se sintiera así por alguien. Decidió que era momento de acercarse.
"¡Impresionante gol!" dijo Géma, con una sonrisa tímida cuando se acercó al grupo.
Indriago se giró hacia ella, sorprendido pero encantado por su presencia. "Gracias, ¿tú también estás aquí para las actividades? respondió con una chispa en sus ojos.
Géma sintió cómo se sonrojaba mientras él la miraba fijamente. "Sí, estoy pintando un mural sobre la música... me encanta tocar la batería", confesó mientras señalaba su batería portátil.
"¡Eso es genial! dijo Indriago, mostrando interés genuino. Tal vez podrías enseñarme como tocas.
Géma sonrió más ampliamente, sintiendo que había encontrado un punto en común entre ellos. "Claro, estaré encantada de enseñarte", respondió con entusiasmo.
Mientras conversaban, el ambiente del festival se llenaba de risas y música. Géma sintiendo que había hecho una conexión especial con Indriago.
Indriago le pregunta, "¿Te gustaría escuchar algo de música después?, Tal vez podamos hacer una Confituras hecha de frutas juntos", sugirió Indriago con una sonrisa.
Géma no podía creer lo que estaba escuchando; su corazón latía más rápido que nunca. "Me encantaría", respondió con una mezcla de alegría y nerviosismo.
Con esta conexión inicial, Géma sintió que tal vez estaba comenzando algo nuevo y emocionante en su vida.
