¿Acaso existe algo más bonito que pasar días completos al lado de quien amas, con un ambiente lleno de amor?
Jeongin asistía al gimnasio con su pareja sin falta, con el pasar de las semanas su cuerpo se acostumbro a los entrenamientos y sus ojos amaban cada vez más poder ver a Changbin entrenar sus músculos. Despúes de todo, ir a aquel lugar no estaba nada mal.
El beneficio de pasar tiempo con Changbin era maravilloso al igual que poder ver como su cuerpo cambiaba rapidamente. En semanas, sus brazos estaban creciendo en tamaño y el pequeño Jeongin ya no aparentaba una figura tierna a primera vista, ahora aparentaba ser alguien fuerte, no solo en términos físicos.
Sino mentales por igual.
Finalmente estaba alcanzando aquella meta de el amor propio. Las inseguridades estaban casi esfumandose, y todo principalmente gracias a su lindo novio. La lluvia de comentarios positivos y alagos de su parte lo motivaban a quererse tanto como Changbin lo quería a él.
Empezó a creer las palabras que le decía.
Era más que suficiente, y con o sin músculos, se veía jodidamente lindo.
A su vez, Jeongin tuvo su primera entrevista de trabajo para una tienda en línea, y al recibir la noticia de ser aceptado Changbin estaba tan orgulloso que decidio darle un día especial, tenía en claro que luego de todo el esfuerzo que ha dado últimamente, merecía que le otorgaran lo que quería. Tenía que relajarse y no pensar en nada más que en disfrutar los besos que tenía pensado darle.
Luego de una mañana cansada en el gimnasio, se encontraban de camino a casa. El mayor conducía tan tranquilo que parecía que los entrenamientos de el día de hoy no tuvieron ningún efecto en él. Parte de sus pensamientos estaban concentrados en encontrar una manera y un momento correcto para hablarle de sus planes. Ni siquiera estaba notando cuantos minutos pasaban en completo silencio, y se percató del tiempo cuando la dulce voz de Jeongin se escucho, rompiendo su concentración.
Pero no le molesto, era Innie. Escucharlo hablar era de sus cosas favoritas.
―Bebé, ¿Por qué estás tan callado? ¿En qué piensas?― Preguntó el rubio, apartandole un mechon de el rostro para que le prestará atención.
―Lo siento. Solo imaginaba a mi novio sin camisa. Ha pasado un tiempo y extraño verle la piel― Dijo, sonriendo con picardía. El rubio lo miró sorprendido y de inmediato sintiendo el calor consumirle las mejillas.
―¡Oye, Binnie! ¡No digas esas cosas!― Se tapo el rostro para despúes colocar ambas manos en su estomago y calmar las mariposas que sentía. Qué Changbin hablará de verlo semi-desnudo era algo nuevo, algo a lo que sus nervios no estaban acostumbrados aún.
―Solo bromeaba, bonito. Pero si quieres, deja de ser broma― Vio como sus orejas estaban cada vez más rojizas y amo el efecto que este nuevo tipo de comentarios tenía sobre él. Río en voz baja y colocó su mano libre sobre el estomago del rubio, apartandole las manos y casi sin disimular, acaricio sus abdominales por encima de la tela.
―Deberías concentrate en la carretera― Se llevó las manos al rostro de nuevo, aprovechando para sonreír sin que se notara demasiado.
Sin haberlo notado, el auto ya se encontraba estacionado frente a su hogar.
―Estás muy distraído. Hemos llegado― Le dijo riendo con dulzura.
―¿En serio? Yo...
―¿Te pongo nervioso?― Se inclinó hacía él y le miró los labios, estaba volviendolo loco.
―No...― Le miró los labios por igual, no podía evitarlo. Deslizo su mano desde su hombro hasta su mentón para sostenerlo con delicadez.
―Antes de comerte a besos...― Le puso una mano en el pecho y se sorprendio al sentir lo mojada que se encontraba su camisa, eso le indico que el entrenamiento del día de hoy tuvo buenos resultados― No hemos celebrado la buena noticia, conseguiste empleo y te mereces que te consienta por ello.
Quería aprovechar la cercanía que había entre los dos para hablarle de su celebración. ¿Qué mejor momento?
―Tienes razón. ¿Cómo lo celebraremos, Binnie?― Preguntó, abriendo los ojos en una expresión curiosa.
―Eso lo decides tú. Dime qué es lo quieres hacer...― Lo hizo anhelar más el beso, acariciandole los labios con el pulgar por un breve momento.
Jeongin pensó con la mejor claridad posible, tratando de enfocarse en ello en vez de la situación que ocurría ahora mismo. Una de las frases que resonaban en su cabeza hace mucho, se le vino a la mente. Aquella que logro ignorar durante el proceso de amarse más.
"¿Que hará su pareja cuando lo lleven a la cama? Con tan poca fuerza terminará cansado en menos de 5 minutos."
Dolía un poco recordarlo. Sin embargo, no le parecío mala idea que lo llevasen a la cama como celebración, ahora consideraba tener la fuerza suficiente para pasarlo bien con su novio.
Las palabras tardarón en salir de su boca, pues no sabía como pedirselo o como juntar valor para hacerlo. Se preguntaba sí Changbin esperaba que estó fuera lo que quisiera, la respuesta a su pregunta.
¿Realmente quería cogerlo?
Joder, claro que sí.
Con eso claro no se contuvo más.
―Quiero que pases el resto del día conmigo en la cama. Qué me enseñes lo que realmente es comerme los labios, y... lo demás. Ahora que tengo fuerzas, no pienso perder la oportunidad de que me lleves a la cama.
―Así me gusta, Innie― Sonrió con suavidad, se sentía orgulloso de que su pequeño rubio ahora tuviera la confianza de pedirselo― Te haré ver las estrellas, la galaxia entera. Y no dudes en pedirme lo que sea que quieras probar.
El menor asintió con la cabeza y con un gesto le indico que salieran del auto. Ambos querían besarse ya, pero sería imposible parar la acción y moverse de lugar para terminarlo. Por lo tanto, entraron a casa rapídamente, Jeongin guiando a Changbin de la mano, y rebosando de entusiasmo al pensar en lo que ocurriría pronto.
A tan solo unos pasos de abrir la puerta de la habitación, Changbin detuvo a Jeongin y comenzó a besarlo con pasión e intensidad, era un beso completamente diferente a los normales. Poco a poco abría la puerta, sin poner pausa a la cercanía.
Sentían como sí fuera imposible separarse, los latidos acelerados que se sentían en sus pechos eran considerados una señal que les indicaba que lo que pasaba era lo correcto. Estaban con la persona correcta.
No tenían idea de los cambios que vendrían luego de hacerlo.
Solo imagiban que su relación se convertiría en lo más preciado de sus universos, aunque lo fuese ya.
Al cabo de unos minutos, sus prendas se encontraban en el suelo y ellos sobre la cama. Todo pasaba de forma rapída, los besos desde los labios hasta las piernas... todo.
Era maravilloso.
―No... no más besos, Binnie...― Dijo Jeongin haciendo que lo mirara a los ojos y parara de besarle la clavícula y de tocarle las piernas.
―¿Qué quieres entonces?― Pasó sus dedos sobre su abdomen de forma juguetona.
Aquella pregunta desató al chico atrevido que había mantenido ocultado.
―Qué me ames de la manera más atrevida posible. Dejame sentir tu piel contra la mía... que esos músculos admirados por mí me hagan sentir como sí estuviera en el puro cielo.
Así, el sol se oculto abriendo paso a la oscuridad de la fría noche, para todos menos para ellos, ya que sentían el calor de sus cuerpos con una cercanía hermosa. Los toques continuaban entre sonrisas de satisfacción y besos.
Desde este día, Jeongin dejo de sentirse incapaz de ser amado.
Changbin le hizo saber que era el chico de su corazón, quien siempre fue y será suficiente.
―Te amo, bebé.
―Yo te amo más, bonito.
―¿Sabes que es otra cosa que amo?
―Dímelo, Innie.
―Nuestros músculos.Yo también amo sus músculos AJAJAJAJAJ.
Son unos guapotes de gran corazón ♡ . ♡
Nos vemos en el proxímo capítulo!!
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💪🏻: 𝗟𝗢𝗩𝗘 𝗢𝗨𝗥 𝗠𝗨𝗦𝗖𝗟𝗘𝗦! - 𝗰𝗵𝗮𝗻𝗴𝗶𝗻
Romance✦️| [𝙇𝙤𝙫𝙚 𝒐𝒖𝒓 𝙢𝙪𝙨𝙘𝙡𝙚𝙨!] Jeongin, un chico que lucha por quererse, adora los músculos de su novio. Cuando ve lo enormes que son en realidad... decide rogarle para que lo entrene y verse como él. Changbin lo ve con ojos diferentes, con a...