Capítulo 8 Peligro y Atracción

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La tarde en el bufete transcurría entre el eco de teclados y conversaciones apagadas que resonaban por los pasillos

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La tarde en el bufete transcurría entre el eco de teclados y conversaciones apagadas que resonaban por los pasillos. Me esforzaba por concentrarme en un informe extenso, pero mi mente, inquieta, vagaba hacia otro lugar. A pesar de mis intentos por mantener la compostura, las recientes interacciones con Yesung Lee no me dejaban tranquila. Era frustrante, porque desde aquel encuentro en el mercado, y en mi casa, después de haber sido interrumpidos por mi amiga, algo en mi cabeza se había instalado, haciéndome cuestionar más de lo que estaba dispuesta a admitir.

Sentía una atracción hacia él, eso era innegable. Su sola presencia me desestabilizaba, Pero también había una barrera, algo invisible y pesado, que parecía interponerse cada vez que intentaba acercarme. Claro, las estrictas normas del bufete sobre las relaciones entre empleados estaban ahí, pero no era solo eso. Estaba su hija, y el vivo recuerdo de su esposa, ¿debo mantener la distancia de él o será que debo intentarlo?

Mientras hojeaba un expediente, una conversación cercana captó mi atención. Eran dos colegas, susurrando como si compartieran un secreto prohibido. El nombre de Yesung emergió en medio de la charla, y no pude evitar prestar atención.

—¿Sabías que Yesung tiene una historia complicada con su ex esposa? —la curiosidad en el tono del primer colega era evidente.

—Sí, escuché algo —respondió el otro. —Dicen que su esposa de suicidio a causa de que él le pidiera el divorcio. Pero no es algo que aquí no se habla, solo se sabe eso, según dicen que él es el culpable de que ella se suicidara.

—En serio el abogado yesung siempre se ve tan correcto, será así, wow uno solo ve caras aquí.

Un escalofrío me recorrió la espalda. ¿Divorcio, suicidio? No podía evitar sentir una extraña mezcla de sorpresa y... preocupación. ¿Por qué no lo había mencionado antes? Aunque sabía que no tenía derecho a entrometerme, esa información encendió en mí una chispa de interés, en mí.

Me levanto y me, acerque a mis colegas. —¿creo que no deberían hablar de las personas a sus espaldas, más aún cuando ellos no se encuentran para defenderse, no lo creen? Además, todos aquí sabemos como abogados que todo lo que digamos pueden ser causal de demanda, así que es mejor que cierren sus no muy inteligente boca, ahora. —se los dije en un tono más bien de amenaza que de una advertencia, ambos se marcharon y el día paso muy rápido las miradas que me daban mis colegas cada ver qué salía a imprimir algunos documentos.

Esa noche, mientras me encontraba en mi apartamento, sentada en el sofá con una taza de té entre las manos, no podía dejar de pensar en lo que escuche en la oficina, todo eso daba vueltas en mi cabeza.

—ah¡... cielos Roxanne deja de pensar esas son cosas personales del no tendría porque decirte algo tan personal. —La luz de la ciudad entraba por las ventanas, reflejándose en las paredes como si intentara iluminar los rincones más oscuros de mi mente. Yesung estuvo casado, y ahora divorciado, y viudo, con cicatrices que, aparentemente, aún lo seguían. Me encontraba inmersa en una mezcla de emociones que no terminaba de descifrar.

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