Pisa El Freno.

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Flufftober. Día 2, "Atardecer".

Fandom: Supernatural.
Pareja: Destiel
Universo: ¿normal? Pues es que su universo no es muy normal.

Los personajes y todo lo reconocible no me pertenece, pero hubiera estado chido si Kripke y los actores no lo hubieran tenido miedo al éxito, así que lo que él no consideró posible, aquí hacemos qué suceda.

Ser un ángel del Señor perdida y ciegamente enamorado de un humano que claramente está condenado a sufrir hasta el día en que llegue su final es complicado. Más cuando el humano busca las maneras más impensables de que ese día llegue pronto.

Para Castiel, estar enamorado era algo nuevo. Vaya, no habría sabido que eso era lo que sentía por su "mejor amigo" si Metatron no lo hubiese engañado para robar su gracia y vetar a los ángeles del cielo. Ahora que lo pensaba, fue muy ingenuo... Como fuera, Dean lo echo del bunker y decidió que  viviría siendo Steve, huyendo de los ángeles y de los Winchester, atendiendo una tienda de autoservicio y vagando por aquí y allá.

Pero Dean lo necesito. Ayudo en lo que pudo y luego, consiguió lo que pensaba era una cita con la gerente de la tienda, pero termino siendo una noche con él siendo la niñera de una pequeña bebé y Dean yendo al rescate, por que el no sabía un remedio humano para bajar la fiebre. Si tan solo tuviera su gracia...

Y entonces, los Winchester lo necesitaban, siempre lo necesitaban. En serio que quería saber como era que lograban meterse en tantos problemas.

Dean había cometido un error dejando que Gadreel* tomara posesión del cuerpo de Sam después de que Castiel derribara la barrera qué la muerte había puesto en su mente a modo de protección. Habían sido tiempos difíciles de los que se arrepentía.

Se estaba volviendo loco, y entonces, explotó. Dean y él se transportaban en el precioso impala del que los Winchester (más Dean qué Sam) eran dueños. Y entonces...

- Dean, deten el auto.

-¿Qué? Pero, Cas-

-Dije pisa el freno. -

En el horizonte, un bello atardecer comenzaba a pintar el cielo de Kansas. Castiel salió del auto y se desplazó hacia la parte de atrás del mismo. Subió a la cajuela y se sentó ahí.

-¿Has pensado alguna vez que tu vida no deja de ir tan de prisa? Siempre cometiendo errores, siempre culpandote de las decisiones de otros. Dean, no todo es tu culpa.

-Lo sé, Cas. Es solo... Yo... ¿Sabes? Me han dicho tantas veces que todo lo que toco muere, y así sucede. Primero, mamá, papá, Sam... Oh, Dios, Sam ha muerto tantas veces... Tú, has muerto y regresado tantas veces. A veces creo que el problema soy yo. Por más que intento, no puedo evitar...

-No, Dean. No es tu culpa. Cada una de las personas en tu vida ha tomado decisiones y aceptado consecuencias por amor. Todos ellos dieron su vida por amor a ti. Maldita sea, yo estoy dispuesto a morir una y mil veces por ti. Por que te amo. Por que cada segundo a tu lado es valioso. Por que sin importar lo rotó que estes, mereces ser amado. Eres en mi vida lo más bello que me ha pasado. Y si no hubiese pasado todo como hasta ahora, no sabría que puedo sentir todo esto. Te amo, y no me importa si los ángeles me condenan, lo doy todo por ti.

Dean guardo silencio unos segundos. Extendió la mano hacia Castiel, quien la tomo para ayudarse a bajar del auto, aun cuando no lo necesitaba. Dean paso sus brazos al rededor de la cintura del contrario, lo abrazo tan fuerte como pudo y escondió el rostro en su cuello. Murmuró un "yo también te amo Cas" y lloro. Lloro como un niño, hasta que las piernas le fallaron y tuvo miedo, de perder a su hermano, de fallar otra vez. De perder a Castiel. Decidió que, no importa que, viviría su vida día a día, sin más presiones de lo habitual. Porque de vez en cuando, hay que pisar el freno para valorar lo que la vida te ofrece.

Flufftober 2024Donde viven las historias. Descúbrelo ahora