Jungkook y Tzuyu llevaban dos meses de relación cuando, en una tarde aparentemente normal, Tzuyu le propuso algo inesperado: hacer un trío con otro chico. La idea no fue bien recibida por Jungkook al principio; el concepto lo incomodaba, pero con el...
Tzuyu permanecía inmóvil, su respiración entrecortada mientras observaba el cuadro frente a ella. Taehyung, arrodillado entre las piernas de Jungkook, trabajaba con precisión, sus labios moviéndose con devoción mientras sus ojos apenas se atrevían a levantar la mirada. El pelinegro, con el cuerpo relajado contra el sillón, dejaba escapar gemidos profundos, lascivos, mientras susurraba palabras calientes que encendían el ambiente. Su mano enredada en el cabello azulado de Taehyung lo dirigía con suavidad, pero con firmeza, tirando ligeramente de él, amplificando la sensación. El calor en la habitación era palpable, cada movimiento cargado de deseo.
En silencio, Tzuyu sacó su teléfono y, asegurándose de que el flash estuviera desactivado, tomó una fotografía de la escena sin que ellos se dieran cuenta. Con la imagen capturada, retrocedió hacia la sala, sus dedos ya volando sobre la pantalla mientras escribía a sus amigas.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Taehyung se limpió con una mano el resto de semen que quedaba en las comisuras de sus labios, sintiendo el calor de la situación aún en su piel. Jungkook, aún sentado, lo guió suavemente hacia su regazo, volviendo a colocar sus manos en su trasero, apretándolo tentativamente mientras se sumergían nuevamente en un beso. Era un beso descuidado, lleno de deseo, donde saboreaban lo que quedaba de su encuentro previo, completamente absortos el uno en el otro, sin percatarse de los pasos que se acercaban a sus espaldas.
—Chicos, ya estoy lista... — anunció Tzuyu, con un tono que resonó en la habitación. Su mirada se detuvo en las manos de Jungkook, quien parecía maravillado por la suavidad de los cachetes de Taehyung.
