Desde pequeño, el pasatiempo de Kim Dokja había sido leer libros. Su nombre, que muchas veces hacía que lo confundieran con "hijo único" (y lo era), en realidad fue elegido por su madre pensando en su significado: "lector". A Kim Dokja le encantaba la lectura, especialmente las novelas de fantasía donde el protagonista renacía o era transportado a otro mundo.
Muchas veces, a lo largo de su vida, Kim Dokja deseó reencarnar en alguna novela o transmigrar en ellas.
‘Pero nunca imaginé que sería así’.
Con gran amargura, Kim Dokja dejó de lado el "plato" de comida, donde solo había sobras podridas. Quizás, si hubiera más luz, podría ver el sarro en los recipientes.
‘Este cuerpo tampoco está en buen estado’.
Kim Dokja había vivido épocas bastante duras en su adolescencia; ser víctima de bullying en la secundaria no era algo que le gustara recordar, pero el dolor actual lo obligó a hacerlo.
“¡Muévete!” Las voces de personas llegaron desde afuera, junto con el sonido de pasos bajando las escaleras. “Deberías sentirte honrado de que la Santa te dé un techo para descansar”.
“Cállate”, regañó otra voz. “¿Qué harás si se enoja? ¿No viste cómo masacró a esos monstruos?”.
“No se mueve sin una orden”, respondió el hombre despreocupadamente mientras abría la puerta de la celda en la que Kim Dokja estaba encerrado. “Es como un zombi, no nos hará nada”.
Se escucharon risas desagradables junto con el sonido de algo cayendo no muy lejos de Kim Dokja, quien fingía estar muerto en un rincón.
“Buen provecho”, se burlaron sus carceleros, tirando una bolsa de tela gastada al piso. Salieron, no sin antes pisar el cuerpo que también habían arrojado. “Continúa contribuyendo por el bien del Santo Imperio, Rey Supremo Yoo Junghyuk”.
Los guardias salieron por la puerta de metal y, a medida que se alejaban, el sonido de sus burlas y pisadas se hizo más tenue, dejando la celda en silencio…
Contrario al alboroto en la mente de Kim Dokja.
‘Yoo Junghyuk...’
‘¿Yoo Junghyuk?’
‘¡¡¡Yoo Junghyuk!!!’
Kim Dokja gateó cuidadosamente hasta la bolsa que los guardias habían tirado. Encontró dos piezas de pan y algunas frutas aplastadas.
‘¿Cómo esperan que esto se coma?’
Kim Dokja sintió que se le iba a romper un diente antes de poder darle una mordida al pan. Decidió dejar la “comida” a un lado y examinó el cuerpo de su compañero de celda.
‘¿Es imposible que esté muerto, verdad?’
Dudoso, Kim Dokja volteó el cuerpo del protagonista, revelando su rostro.
‘Es increíble, incluso en la oscuridad’.
En la novela, se habían usado al menos 200 páginas para elogiar la belleza del protagonista. En ese momento, Kim Dokja pensó que era exagerado, pero ahora consideraba que 200 páginas eran pocas. El autor había sido modesto.
‘Si este es Yoo Junghyuk... estoy jodido’.
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“Tres Formas de Revivir un Imperio en Ruinas” era el nombre de la novela favorita de Kim Dokja desde la secundaria.
[La historia se desarrolla 1,000 años después de la muerte del Rey Demonio, en una época en la que la raza de los demonios ha sido casi extinguida. El último descendiente de esta poderosa raza era el protagonista: Yoo Junghyuk.
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Caí en Prisión con el Protagonista Masculino
Hayran KurguKim Dokja, un ávido lector de novelas de fantasía, siempre imaginó que si alguna vez reencarnaba, despertaría en una cama cómoda, en una lujosa habitación, con un mayordomo sirviéndole deliciosa comida y sin tener que volver a ser explotado en su ab...