ESCAPE

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"¡Levántense!" Los guardias gritaron al abrir la chirriante puerta de la celda.

"¡Levántate, idiota!" Otro guardia se asomó, sosteniendo la espada de Yoo Junghyuk para entregarsela cuando saliera.

Kim Dokja no había logrado quitarse al protagonista de encima en toda la noche, así que no sabía si se había dormido o simplemente se había desmayado.

Probablemente lo segundo.

Yoo Junghyuk se fue, dejando a Kim Dokja solo y adolorido.

'Este es el cuerpo del hermano de la Santa.'

'Yoo Junghyuk va a matarme.'

La mente de Kim Dokja estaba hecha un lío después de su "conversación" de ayer.

[En el quinto mes, toda la Familia Croft, que había producido Santos por generaciones, desapareció. Hasta la última gota de sangre 'sagrada' fue derramada...]

Y esa sangre era la que corría por sus venas en ese momento.

'La sangre de la Santa...la que uso para controlar a Yoo Junghyuk.'

'¿Quizás... puedo arrebatarle el control a Ana Croft?'

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'Parece que ya es de noche', pensó Kim Dokja cuando escuchó a los guardias bajar las escaleras, señal de que Yoo Junghyuk estaba de vuelta.

"Mírenlo, esperando como una esposa dedicada", uno de los guardias se burló, y Kim Dokja tuvo que hacer un gran esfuerzo para no poner los ojos en blanco. "¿Por qué no le dices: 'Cariño, estoy de vuelta'~ eh?"

Yoo Junghyuk, imperturbable ante las burlas, entró a la celda y se sentó junto a Kim Dokja.

Cuando los guardias se retiraron, el silencio y una calma inquietante llenaron el lugar.

Normalmente, Kim Dokja se dedicaría a deshacerse de la sangre en la ropa del protagonista. Después de todo, la sangre de monstruo tenía un olor desagradable, y no podía dormir tranquilo con eso.

'Pero no sé si intentará ahorcarme de nuevo.'

"Yoo Junghyuk."

"Yoo Junghyuk."

"Yoo Junghyuk."

Kim Dokja tenía la costumbre de llamar al protagonista para medir su estado de ánimo. No es que Yoo Junghyuk le hubiera respondido alguna vez, pero, de alguna manera, sentía que su rostro era fácil de leer.

'Su ceño lo dice todo... parece que hoy está igual que siempre.'

Kim Dokja suspiró, tomó un trapo húmedo que había preparado de antemano y comenzó a limpiar, mientras sus pensamientos vagaban.

'¿Funcionará si simplemente le doy mi sangre?'

'¿Y si no lo hace?'

Kim Dokja terminó de limpiar y se dirigió a la bolsa de tela que Yoo Junghyuk había traído. Dentro había pan y algunas verduras. Esta vez, el pan estaba lo suficientemente fresco como para que Kim Dokja pudiera partirlo con las manos.

"Abre la boca, Junghyuk-ah", dijo Kim Dokja, metiéndole un trozo de pan en la boca.

'¿Cuánto de mi sangre tengo que hacerle beber?'

'¿Debería cortarme la mano y meterla en su boca?'

Kim Dokja se sintió extraño solo de imaginar esa escena, de hecho no tenia idea de como hacerse una herida sin un cutter.

Caí en Prisión con el Protagonista Masculino Donde viven las historias. Descúbrelo ahora