Capítulo-11

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Los días habían pasado, y aunque Haiden se había sumergido nuevamente en el mundo de las carreras, no podía quitarse a Valentina de la cabeza. El beso en la fiesta seguía rondando su mente, la manera en que la dejó después de ese momento íntimo, y el vacío que había sentido al alejarse. Sabía que no podía seguir ignorando lo que sentía por ella.

Había sido un error marcharse aquella noche, y ahora, el impulso de buscarla lo consumía. Necesitaba hablar con ella, enfrentar sus propios miedos y confusión. Así que, en un arranque de decisión, se dirigió a la universidad de Valentina.

Arrancó su moto, dispuesto a todo, sin importar lo que La gente digera. La universidad estaba llena de estudiantes, todos caminando entre los edificios y jardines. Haiden aparcó cerca de la entrada, con la mirada fija en la multitud, buscando a Valentina entre las caras que pasaban.

El corazón le latía con fuerza, y por un momento dudó de su decisión. ¿Y si ella no quería verlo? ¿Y si lo rechazaba después de haberla dejado tan abruptamente? Pero sacudió esos pensamientos. Tenía que hablar con ella, aunque fuera solo para aclarar las cosas.

Después de preguntar a algunos estudiantes, finalmente la vio. Estaba sentada en una mesa al aire libre, concentrada en unos apuntes, con un par de libros a su lado. El cabello suelto le caía sobre los hombros, moviéndose suavemente con la brisa, y su expresión parecía tranquila, ajena a la tormenta que Haiden sentía por dentro.

Respiró hondo, intentando calmar el nerviosismo que lo invadía, y caminó hacia ella. Cuando estuvo a solo unos metros de distancia, Valentina levantó la vista y lo vio acercarse. Sus ojos se encontraron, y en ese instante, todo el ruido a su alrededor pareció desvanecerse.

-¿Haiden? -preguntó ella, con una mezcla de sorpresa y confusión en su voz. Claramente, no esperaba verlo ahí, y menos en una moto.

-Hola, Valentina -dijo él, su voz más suave de lo que había planeado.

Valentina lo miró fijamente por un momento, como si estuviera procesando su presencia, y luego, cerró el libro que tenía frente a ella.

-¿Qué estás haciendo aquí? -preguntó, sin rastro de enojo, pero con una clara barrera en su tono.

Haiden se sentó frente a ella, sin pedir permiso. Sabía que tenía que ser directo.

-Tenía que verte -dijo-. Tenía que hablar contigo después de lo que pasó en la fiesta.

Valentina desvió la mirada por un instante, como si revivir ese momento la incomodara, pero finalmente volvió a mirarlo, expectante.

-¿Por qué te fuiste? -preguntó al fin, con una voz más baja, como si le costara hacer esa pregunta-. Después de lo que pasó, simplemente desapareciste.

Haiden sintió el peso de la culpa caer sobre sus hombros. Había esperado esa pregunta, pero escucharla de sus labios lo hizo sentir peor.

-Me asusté -admitió finalmente, bajando la mirada-. No sabía cómo manejar lo que pasó entre nosotros. No quería involucrarte en mi vida... en todo lo que está pasando conmigo ahora.

Valentina lo observó en silencio, pero no dijo nada. Esperaba que él continuara.

-Mi vida es un desastre, Vale. Hay cosas de las que no puedo hablar, cosas que estoy tratando de resolver. No quería que te metieras en medio de eso. Pero... -se detuvo un momento, buscando las palabras adecuadas-, no puedo dejar de pensar en ti. Y no quiero seguir alejándome.

Valentina dejó escapar un suspiro, visiblemente afectada por sus palabras. Durante un momento, el silencio entre ellos fue abrumador, hasta que finalmente ella habló.

Entre dos mundos [Completa]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora