¿Eres Gojo Satoru? ¿O Itadori Yuuji?

Capítulo 6: "Calma"

- ¿Era necesario usar un valioso dedo como ese solo para obtener información?- preguntó una maldición con cabeza de volcan y un unico ojo.

- No podemos dejar las cosas a medias ¿Sabes?- respondió un hombre de cabello negro largo, vestido con ropas tradicionales además de poseer una cicatriz en su cabeza- Conseguimos información muy valiosa -

La maldición solo gruñó, detrás de ellos tambien los seguía de cerca otra maldición con dos ramas como cuernos y una maldición pulpo.

- Espero que eso no sea una excusa-dijo la maldición de cabeza de volcán con molestia.

- *Lenguaje incomprensible*- Habló la maldición con cuernos de madera que los seguía de cerca.

- ¡Tu callate! ¡No puedo entender tus palabras pero entiendo su siginificado en mi cabeza! ¡Es aterrador!- dijo con molestia la maldición del volcán.

Los cuatro entraron a un restaurante, donde una mesera se les acercó.

- ¡Buenos días, señor!- saludo ella amablemente- ¿Una mesa para uno?-

El hombre de la cicatriz sonrió.

- Si, por favor- pidió con una sonrisa.

.......

-PoV Yuuji-

Mis ojos lentamente empezaron a abrirse, solo para encontrarme con la vista de alguien que no había visto en un tiempo.

- Vaya, despertaste- Shoko comentó en un tono tranquilo mientras me iluminaba los ojos con una linterna- Tienes los mismos ojos que ella...-

Mi expresión pasó a una de sorpresa ante su declaración.

- No eres muy sutil ¿Sabes? Puedo reconocer los seis ojos cuando los veo- comentó ella en un tono aburrido mientras se ponía de pie - ¿Quien eres exactamente?-

Su tono un tanto serio me desconcertó, rara vez veía a Shoko seria por alguna razón, sin embargo, no podía simplemente decirle quien era realmente.

- ¿De que hablas?- pregunté en un tono un tanto confundido.

- No juegues conmigo, chico, no cuando me tomé la molestia de arreglarte el brazo- ella señaló tranquilamente.

Mi mirada de inmediato se dirigió a mi brazo, el cuál estaba totalmente restaurado.

- No tienes que darme las gracias- ella dijo inclinandose en su silla- Pero preferiría que me explicases porque tienes los seis ojos-

Solo la miré, pensativo, antes de simplemente responder:

- Nací con ellos, así de simple - respondí con un tono casual.

No mentía, y ella pareció percatarse de ello.

- ¿Así sin más? ¿No te implantaron los seis ojos de alguien más?- preguntó ella con decepción.

- Esto no funciona así, y de todas formas, no debería ser posible- respondí mientras me estiraba un poco en la camilla- ¿Donde está mi ropa?-

- Destrozada- ella respondió en un tono casual- La están arreglando ahora mismo-

- Ya veo ¿Tienes algo que pueda usar o algo así?- pregunté.