Shoto estaba tratando de dormir, pero la bebé no paraba de moverse - otra vez-. Katsuki lo notó por la forma en que su omega se retorcía, claramente incómodo.
― ¿Otra vez te está molestando esa mocosa? ― preguntó con voz adormilada, girando sobre su costado para quedar frente a Shoto. Su mano bajó instintivamente hasta el vientre, donde pudo sentir los movimientos de la bebé.
― Sí... parece que no quiere que duerma ― respondió Shoto con un suspiro.
Katsuki se levantó un poco y se inclinó hacia el vientre de Shoto. Luego, en un tono bajo pero firme, comenzó a hablarle a la bebé:
― Oye, pequeño demonio. Dale un respiro a tu madre, ¿quieres? Ya vas a tener suficiente tiempo para hacer lo que quieras cuando nazcas, pero ahora es hora de que te calmes.
― No creo que funcione de esa manera, Katsuki.
― Ya veremos ― respondió el alfa, pero no apartó la mano de la panza de Shoto hasta que los movimientos comenzaron a disminuir. Luego, sin decir una palabra, se quedó ahí, acariciando distraídamente el vientre hasta que ambos se quedaron dormidos.
A la mañana siguiente, Shoto se despertó con una extraña sensación de alivio. La bebé había dejado de moverse tanto durante la noche, y por primera vez en días, había conseguido descansar algunas horas seguidas. Al abrir los ojos, lo primero que vio fue a Katsuki, quien seguía profundamente dormido, con la mano aún sobre su vientre.
Con una sonrisa pequeña, Shoto intentó moverse un poco para estirarse, pero en cuanto lo hizo, sintió un ligero tirón en su panza y algo húmedo en su piel. Confundido, miró hacia abajo y soltó una risa suave. Katsuki, con la boca abierta y un hilo de baba cayendo ligeramente, estaba abrazando su vientre como si fuera una almohada gigante, su cara aplastada contra él.
― Oye... ― dijo Shoto, mientras sacudía suavemente al alfa.
Katsuki gruñó sin abrir los ojos, su voz ronca y desorientada.
― ¿Qué pasa? ― murmuró, claramente sin ganas de despertarse todavía.
― Estás babeando sobre mi panza ― respondió Shoto.
Katsuki parpadeó lentamente, levantando la cabeza con el ceño fruncido. Cuando finalmente se dio cuenta de lo que había hecho, miró a Shoto, luego a la pequeña mancha de baba en el vientre, y finalmente suspiró de forma exagerada.
― Pues al menos no está pateando, ¿no? ― dijo, restregándose los ojos con una mano mientras se incorporaba.
― No sé si fue por tu "disciplina militar" o porque tu baba tiene algún tipo de poder mágico. ― Shoto bromeó.
― Mira que me esfuerzo para que tú y esa mocosa puedan dormir y así me lo agradeces ― replicó Katsuki, aunque una sonrisa perezosa se dibujaba en su rostro mientras se estiraba.
― Tal vez deba contratarte como una almohada de tiempo completo.
De repente, sintió un fuerte golpecito desde dentro.
― Auch... ― murmuró Shoto, frotándose suavemente la panza.
― Ya está empezando a fastidiar desde ahora, ¿eh? ― dijo Bakugou, mientras llevaba su mano hacia el vientre de Shoto
― Parece que no le gustó tu charla de anoche. Probablemente se esté vengando.
― Es una Bakugou, ¿qué esperabas? ― respondió Katsuki, mirando el vientre de Shoto con una expresión seria. ― No puedo con otro yo en versión miniatura.
Shoto arqueó una ceja. ― ¿De verdad estás preocupado por eso?
― Por supuesto ― respondió Katsuki con tono de obviedad. ― No soportaría a otra versión más terca que yo. Imagínate dos personas peleando por todo el espacio. Eso, o terminaré durmiendo en el sofá.
Shoto dejó escapar una pequeña carcajada. ― Creo que te preocupa más de lo que dices.
Katsuki lo miró, un poco ofendido, y luego bajó la vista al vientre. ― ¡Tch! Solo estoy siendo realista.
Justo en ese momento, sintieron otro golpe fuerte desde adentro, como si la bebé estuviera respondiendo a la conversación. Katsuki abrió los ojos de par en par, mirando incrédulo el vientre.
― ¿Acaba de...? ―
― Parece que ya sabe cómo discutir contigo ― comentó Shoto.
Katsuki frunció el ceño, inclinándose nuevamente hacia la barriga.
― Oye, ¿es que no escuchaste lo que dije anoche? Ya basta con las patadas, demonio. O te vas a ganar una pelea antes de nacer.
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Nuestra Hija [ BakuTodo ]
Fiksi PenggemarKatsuki Bakugou siempre fue conocido por su carácter explosivo y rudo, pero cuando descubre que va a ser padre de una niña junto a su omega, Shoto, su mundo cambia de manera inesperada.