VIOLETA
Otra vez es lunes y mi semana vuelve a comenzar. Los domingos, aparte de las dos horas que paso en la iglesia acompañando a mi abuelo no hago mucho más. He de admitir que me aburrí un poco en el servicio y le escribí a Chiara. Charlamos un buen rato hasta que me contó que saldría a cenar con su familia.
De camino a la universidad reviso mi teléfono y veo su mensaje en la barra de notificaciones.
@chiaraoliver: que tengas un buen día hoy!!
Sonrío al verlo y planeo contestarle al llegar a mi clase. Al menos ahí no estaré preocupada por pillar un bus y hablaremos con más calma.
***
Mientras voy de camino a la sala, a pocos metros de mí veo como una persona se sube al ascensor y presiona el botón de cierre varías veces. Parece estar apurado, porque las puertas se cierran justo en mi cara cuando estoy a punto de llegar.
Lanzo una grosería al aire y luego con dos dedos presiono un poco el puente de mi nariz. No me arrepiento de insultarlo, probablemente no me escuchó y aunque así fuera; se lo merece.
El profesor que dicta la primera clase de la mañana suele ser bastante duro con quienes no son puntuales así no lo pienso mucho y opto por usar las escaleras.
Edificio A piso 5. Naiara ya está sentada cuando entro. Tenemos como costumbre que la primera en llegar guarda puesto para la otra. Generalmente, siempre es ella quien la cumple.
—¿Todavía no llega el profe? —le pregunto, dándole un beso rápido en la mejilla a modo de saludo.
—Mandó un mensaje al foro. Viene con atraso.
Si hubiera revisado el foro no habría corrido los cinco pisos. Increíble.
—Hoy inauguran las alianzas —agrega Naiara —¿Te quedas?
Estoy a punto de responder cuando mi vista se desvía a la entrada. La puerta se abre de golpe dando paso a Miguel. Como siempre, sus amigos lo saludan escandalosamente. No puedo evitar rodar los ojos.
—Ey Violeta —me llama, caminando en mi dirección. Tengo mi mirada fija en la suya.
—Miguel —respondo.
Sin decir mucho más, deja caer un bombón sobre mi escritorio. Lo miro confundida.
—Supuse que te gustaría —dice con una sonrisa despreocupada —Acéptalo como una disculpa.
Lo miro de arriba abajo y entonces reconozco el bordado en la manga de su polerón. Es él. El tipo del ascensor.
—Si hay próxima prometo no cerrarte las puertas en la cara otra vez —añade con otra sonrisa. Me guiña un ojo y se aleja hacia su grupo.
Estoy estática. ¿Cuál era la probabilidad de que fuese justo él? Rezo por que nunca recuerde el bonito apodo que se gano minutos antes; "aweonao"
—Que tensión —comenta Naiara, quien presenció toda la situación y no piensa perder la oportunidad de burlarse un poco.
***
chiaraoliver
3:21 que tengas un buen día hoy!!
violetahodar
9:43 me voy a morir de VERGÜENZA.
chiaraoliver
9:47 que te paso??
violetahodar
9:49 🎤 mensaje de voz
