MI VECINO MULTIMILLONARIO

Capítulo 9

Pasaron varias semanas y solo piensas en una cosa. Damian. No puedes dejar de pensar en el por mucho que lo intentes. Piensas en la química sexual que hay entre ustedes. Te has vuelto adicta a el. Cuando decides disfrutar del resto del día sola te llega un mensaje...

Damian - Hola, ángel mío.

- Es Damian. Está en la oficina. Debería responderle... - Hola, señor alfa.

Damian - Te deseo. Ahora. No tienes ni idea de lo que te haría si estuvieras aquí...

Te empieza a latir el corazón con fuerza. Al cabo de un rato, vuelve a enviar me otro mensaje.

Damian - ¿Te gustaría, saberlo?

Minutos después te llega otro mensaje.

Damian - Quiero verte.

Andrea - Tu quieres otras cosas señor alfa.

Damian - ¡Por favor!

- ¡Ay, mi Dios! Me está llamando por teléfono. -

Damian - ¿Hola Vas a venir?

Andrea - Está bien ya voy.

Cuando ya estas arreglada y lista para ir a la oficina, el chófer te recoge, unos minutos después llegas a la empresa.

- Hola, he venido a ver al señor Knight.

La secretaria te mira con desprecio de arriba abajo.

- ¿Tiene usted una cita?

- Si me está esperando.

- ¡Seguro!

Marca el número de Damian y le cambia la
expresión de la cara cuando él le confirma que si.

- Es mala pero también es guapísima. -

- Puede pasar.

Subes al ascensor privado y entras al despacho de Damian. Cuando llegas, ves que esta concentrado teniendo una conversación intensa con una mujer. Cuando terminan de hablar la mujer se va y te ve molesta. Tiene la puerta del despacho abierta. Asintiendo levemente con la cabeza, te hace un gesto para que puedas entrar a su lujosa oficina. Cierra la puerta de su despacho con seguro. Te envuelve en un beso embriagador.

- ¿Que pasa?

- Nada.

- Te conozco bien, Andrea.

- Es que ha sido la segunda mujer que he visto hoy. Tu secretaria me ha mirado con odio al verme. Y... Son todas guapísimas.

- ¿Qué? ¿Estás celosa?

- No.

- Ami no me engañas; ¿ Así que estás celosa?

- Nada de eso. No te van las cosas de relación, el amor ni nada de eso.

- Te respeto, Andrea. Yo solo te deseo a ti.

- ¿Porque a mi?

- Prefiero demostrartelo con acciones.

Te acaricia los muslos con los dedos te besa el dedo y la oreja y después te llena el cuello de besos. Damian se acomoda en su silla. Los ojos le brillan de la excitación y en sus labios se le dibuja una sonrisa de satisfacción. Caminas hacia él seductora mientras juegas con el escote de tu ropa.

- No es ridículo, quizás la próxima vez.

Le das la espalda, giras el cuello y le guiñas un ojo mientras te doy la vuelta y te quitas el vestido. Te quedas en ropa interior.

- ¿Mejor así?

- Desde luego.

Caminas hacia el y te le acercas y te sientas encima de él. Le bajas la cremallera del pantalón lo besas lentamente mientras lo acaricias. Te toma en brazos y tira todo los papeles de la mesa con un gesto.

- Creo que te sigue sobrando bastante ropa.

- Ati también.

- Ahora vamos a seguir mis normas.